Aveces pienso que las personas se meten en compartimentos
claramente diferenciados o definidos por temor a perder un
supuesto equilibrio imaginario que nada tiene que ver, en la
mayoría de las ocasiones, con la realidad, ¿realmente
satisface quedarse inmóvil ante una apariencia sutil de lo
“políticamente correcto”? Esta pregunta ha suscitado en mí
demasiadas respuestas que bien se han merecido, al menos,
una reflexión mucho más detallada de lo que significa la
palabra reivindicar.
Comenzamos. De nuevo ha llegado el 8 de marzo, ese día que
todas las fuerzas políticas o personalidades diversas salen
a reflejar la importancia de luchar para acabar con la
desigualdad de género y la discriminación, ¿cómo lo hacen?
lectura de manifiestos o actos que invitan a recordar, con
datos, las cifras de mujeres asesinadas por la violencia
machista, el número de desempleadas, los problemas para
conciliar, la feminización de la pobreza o la brecha
salarial. Si nos damos cuenta, estas demandas se adhieren al
concepto de lo “normal”, de lo lógico y transcendentalmente
cotidiano, las mujeres tienen que trabajar, no ser
discriminadas por ello, las mujeres han de ser respetadas y
no maltratadas. Durante ese día se hartan de apuntar lo
elemental que es el trabajo coordinado y la unidad de todas
las fuerzas políticas, así como de la sociedad, para acabar
con la desigualdad. Bien, hasta aquí todo conforme, pero
¿qué sucede en los días anteriores y posteriores al 8 de
marzo? Nada, poco, costumbre, pasividad, crítica, apatía,
frenos, lentitud, y algo más. Algo más de inercia sobre un
mundo lleno de micromachismo y falsedades, algo más sobre un
mundo lleno de caretas, conveniencias, soportes y
manipulaciones, algo más de todo y de nada a la vez. Y me
pregunto yo, ¿pensaría la Ciudad en la importancia de
realzar los valores de igualdad cuando se silenció de los
ataques de Benaisa hacia las mujeres en la televisión
pública de nuestra ciudad? ¿Pensará la Ciudad en la
seguridad de las mujeres cuando, por culpa de su reforma,
50.000 mujeres al año tendrán que recurrir al aborto
clandestino? ¿Pensará la Ciudad en el 8 de marzo cuando
existen, por su culpa, perdidas reales de empleo, de
derechos laborales, de derechos sociales, de protección
frente a la violencia de género, de igualdad y, sobre todo,
de libertad? Tengo dudas, muchas dudas.
Dudas que me hacen analizar para qué sirve este Día
Internacional si no es para reivindicar con dignidad. ¿De
verdad veis coherente que el PSOE apoye un acto donde se
invisibiliza el derecho a decidir de las mujeres, donde se
tolera que las mujeres pasen a ser tuteladas por terceros y
donde, de seguir adelante la reforma del aborto, se ponen en
riesgo la vida de las mujeres? Juzguen ustedes, pero hay una
cosa que está por encima de todo y se llama coherencia.
Dicho esto, cuando una se pone a valorar cómo poder
concienciar en igualdad, empiezas a enaltecer la necesidad
de que toda acción tiene que conllevar una reacción, es
decir, tenemos que empoderar, empatizar, concienciar,
generalizar, sensibilizar, tenemos que conseguir que el
mensaje cicatrice para que no tengamos que esperar un 8 de
marzo o un 25 de noviembre. Necesitamos revolucionar, que se
despierten las sensaciones, que se activen los corazones,
necesitamos naturalidad en las acciones y, sobre todo,
necesitamos principios, principios loables de activismo y
feminismo, ¡vaya dos palabras más atrevidas!, activismo para
romper moldes, barreras y feminismo para ensordecer la
justicia social.
Permitidme decir que pertenezco a un partido político que ha
construido legislativamente el camino de la igualdad, que ha
estado compuesto por innumerables mujeres valientes capaces
de sacrificar sus vidas por la lucha de derechos, pero
permitidme también decir que estas mujeres no han estado
solamente en el PSOE, también en muchos partidos de
izquierda y en innumerable asociaciones y colectivos
feministas, ¿qué nos diferencian en la lucha por la
igualdad? Antes nada, ahora, no lo se. ¿Están todos los
partidos de izquierda de Ceuta dispuestos a reivindicar el
aborto legal de una manera clara y decidida? ¿Existen
diferencias en la forma de reivindicar de una persona
política con una persona asociacionista? ¿Existen muchas
asociaciones en Ceuta capaces de reivindicar una causa justa
a pesar de tener, en algunas ocasiones, que contradecir al
Gobierno?
No eres libre solo cuando haces lo que quieres, eres libre
cuando expresas lo que eres. Cuando el fin es el mismo, pero
el instrumento variado, ¿qué importa los compartimentos? Por
tanto, cuando la sinceridad, la transparencia y la verdad,
son irrenunciables, el objetivo sí es alcanzable.
*Secretaria de Educación, Cultura, Participación e Igualdad
del PSOE de Ceuta
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