La actual defensa de Pedro Gordillo, a cargo del abogado
Manuel Martínez Selva, ha llamado a declarar como testigos
en la vista oral que se celebrará el próximo día 4 de marzo,
a partir de las 10 horas en el juicio a celebrar en la Sala
Sexta de la Audiencia de Cádiz en Ceuta, al actual
presidente del Gobierno de la Ciudad, Juan Vivas y al actual
diputado en el Congreso, Francisco Márquez para conocer las
implicaciones que pudieran existir en el mencionado vídeo,
así como otros extremos de los hechos que se produjeron:
cómo llegó a su conocimiento, quien recepcionó el vídeo,
donde visionaron, que hablaron sobre este particular, qué
recorrido tuvo la mencionada grabación y quién participó en
la misma, así como las razones de la intimidación que
desarrollaron con el propio Pedro Gordillo a quien obligaron
a dimitir indicándole que el asunto podría tener hasta
cárcel, sin que se hubiera juzgado el tema y sin permitirle
a Pedro Gordillo explicación alguna sobre las circunstancias
de los hechos desarrollados.
La defensa de Pedro Gordillo quiere llevar al Tribunal el
testimonio de Juan Vivas y Francisco Márquez, para
esclarecer el protagonismo de quienes pudieran haber
participado de manera directa o indirecta, en unos hechos
que desencadenaron la caída política del exdirigente del
Partido Popular, quien hubo de soportar un juicio mediático
que, con el paso del tiempo, no se corresponde en idéntica
dimensión, con el procedimiento judicial en el que el Fiscal
interesa una sentencia absolutoria contra él y los exonera
de cualquier delito.
Ya en una entrevista concedida a EL PUEBLO en diciembre de
2012, Pedro Gordillo afirmaba que “en aquéllos momentos lo
pasé muy mal, me atemorizaron de tal manera que yo me veía
en la cárcel”.
En cuanto a la actuación entonces de Vivas y Marquéz,
Gordillo se lamentaba de que “no me dieron opción de nada.
Me sentí encerrado. No me habían avisado previamente de que
sucediera nada. Llegué a Ceuta procedente de Madrid y me
llevaron al despacho. Yo propuse varias opciones como
alternativas y todas me las rechazaron. Me dijeron que no
sabían si había más copias del vídeo circulando por ahí o
no, si se habrían distribuido y que se desconocía su
alcance. El culpable sabe en su conciencia que no actuó bien
conmigo y tranquilo no puede estar porque fue infame lo que
me hicieron”.
A la pregunta de si hubo realmente un complot para acabar
con él, Gordillo afirmaba que “algunas personas sí me
dijeron que había sido una maniobra contra mí, que no debía
dimitir. Después fue horrorosa la propaganda de medios de
comunicación en mi contra. Fue horroroso. Había una presión
tremenda contra mí”.
Ahora, será el Tribunal de la Audiencia de Cádiz con sede en
nuestra ciudad, quien juzgará un procedimiento para el que
el Ministerio Fiscal no ve delito alguno y que ha seguido
adelante sólo a instancias de la Acusación Particular.
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