Todo es un montaje con el que se busca desestabilizar a su
Gobierno y hacer caer su figura y sigue “poniendo la mano en
el fuego” por la consejera de Gobernación, Yolanda Bel.
Eso es lo que el presidente entiende que se está
produciendo. Incómodo cuando se le interroga por el asunto,
Vivas declaró ayer durante su comparecencia que “me he
pronunciado mucho sobre el asunto. He dicho cual es mi
percepción sobre este ataque persistente a la señora Bel”.
El presidente, según lo que percibe, todo lo relativo a la
número dos del PP y consejera de Presidencia “forma de una
actuación premeditada y orquestada que responde a un
manifiesto interés político”.
Ante esto, Vivas agregó que no “me aparto de esa intención,
porque, insisto, estoy convencido de que detrás de los
ataques a Bel, lo que hay es un intento de desestabilizar al
Gobierno de la Ciudad, y, sobre todo y fundamentalmente, un
intento de debilitar a su presidente”.
Juan Vivas también es de la opinión que “hay algunas
personas que están hartas del presidente. Eso creo que es
así”, aunque matizó que “no creo que sean la mayoría de las
personas, aunque no puedo evitar que tenga algunos
enemigos”.
Y son esos enemigos los que tratan de atacarle, pero
explicando que lo hacen con este asunto del Caso Kibesan y
la figura de la consejera de Presidencia, Yolanda Bel.
El presidente no cree que los pasos judiciales que se están
dando se puedan convertir en noticias y así lo dijo,
entiendiendo que con eso lo que se estaría “dándole pábulo y
haciendo buena la intención de esas personas, que lo que
pretende es crear un verdadero escándalo de una manera
intencionada y artificial”.
El presidente pasó a detallar que después de consultar con
personas que entienden de la materia lo que se ha hecho es
cumplir con un trámite normal en este proceso. Vivas relató
que la consejera fue llamada a declarar, que acudió a la
sede judicial y que entregó una documentación que la
providencia firmada por la jueza lo único que hace es dar
cuenta al Ministerio Fiscal para que informe sobre el
particular.
Y es justo reconocer que Vivas se ajustó a la verdad, aunque
también es cierto que omitió un dato que en caso tiene mucha
importancia y que no es otro que cuando se citó a declarar,
la jueza lo hizo no reflejando ningún presunto delito y
ahora establece una presunta prevaricación administrativa.
“Creo que esta frase esta muy repetida por mi parte, pero
pongo la mano en el fuego por la señora Bel, y como confió
en la Justicia, entiendo que esta se aclarará debidamente”.
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