El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, se fue a Madrid con
el cierre del año contable de 2013, aunque no es definitivo,
y, por lo tanto, solo estamos hablando de un avance de las
cuentas, según reconoció ayer.
Y es lógico que el responsable del Ejecutivo ceutí actúe de
esta manera, puesto que como ya ha publicado este diario,
los deberes se le han ido acumulando debido a los problemas
surgidos, entre los que destaca la reestructuración del
sector público empresarial, proyecto que se vio obligado a
abandonar.
El hecho que el avance de las cuentas se disponga en estas
fechas es un cambio muy notable a lo que se producía hace
algunos años, “cuando la contabilidad se cerraba en el mes
de marzo o el de abril”, retraso que ya había advertido el
Tribunal de Cuentas en muchas ocasiones y que vuelve a
repetir en el informe de fiscalización de las cuentas de los
ejercicios 2010-2011.
Todo ello tenía un fin, que no era otro que verificar si se
estaba cumpliendo lo previsto en el Plan de Ajuste, aprobado
en abril de 2012.
El 2013, según explicó el presidente, tendría que haber
terminado con una deuda de 264 millones de euros, pero según
los datos ofrecidos, el montante de la deuda, tanto a corto
como a largo plazo, es de 235 millones. El año se ha
cerrado, por lo tanto, con 28,4 millones de euros menos de
deuda, lo que supone un descenso 11 por ciento . En este
sentido, también se ha cumplido con el techo de
endeudamiento previsto, el 111 por ciento del ejercicio y
Vivas desveló que ha estado por debajo del 101 por ciento de
los ingresos.
Muy dado a manejarse con cifras en sus comparecencias, el
presidente añadió que estos datos son la consecuencia de
haber amortizado 70 millones de euros en los ejercicios 2012
y 2013, pasando a referirse a lo relativo al equilibrio
presupuestario. El plan de ajuste exigía la obligatoriedad
de cerrar todos los ejercicios en positivo “y las tres
grandes magnitudes que reflejan el equilibrio, en 2013 han
sido positivas”. Así, el ahorro neto ha sido por un importe
de 8,4 millones de euros; la diferencia entre ingresos y
gastos, sin contar los préstamos, ha tenido un resultado
positivo de 21,8 millones y la capacidad de financiación que
es la fórmula usada para el ajuste para la magnitud
anterior, lo que justificaría el superávit o déficit del
ejercicio, arrojó una desviación positiva de 31,4 millones
de euros.
Tras el análisis de las cifras, el presidente hizo valer dos
conclusiones. La primera es que la Ciudad está cumpliendo
con sus con los compromisos de equilibrio presupuestario y
deuda, mientras que la segunda es que el Plan de Ajuste era
uno “viable, realista y asumible”.
Para ilustrar todo lo dicho, Vivas echó mano de la
comparativa de cifras, utilizando los datos del 2011 a 2013,
anterior y posterior al de la año de aprobación del Plan de
Ajuste y, a juicio de Vivas, un año atípico.
En lo que se refiere a la recaudación tributaria en esta
comparativa en el 2011 fue de 101, 3 millones, mientras que
en 2013 se fijó en 106,2 millones de euros. Un incremento de
4,9 millones de euros, lo que supone un incremento de un 4,8
por ciento. Sin embargo, la recaudación del IPSI ha actuado
en sentido contrario que ha decrecido, según la comparativa,
en 6 millones, un descenso del 14 por ciento. Una de las
causas es que ha subido, dijo Vivas, la recaudación por
importación, lo que calificó de una “buena noticia”.
Transferencias
En cuanto a las transferencias del Estado, estas han subido
en la comparativa en 17 millones, un 28 por ciento.
Los gastos de personal también se han reducido, en concreto
en un 4 por ciento debido, a la amortización de vacantes en
número total de 88 entre 2011 y 2013. También debido a la
reducción de las jornadas especiales y las horas extras.
Este dato viene corroborado por lo datos reflejados por el
Tribunal de Cuentas, que se hace eco de esta disminución de
funcionarios, aunque lo que el presidente ha omitido ha sido
el incremento de personal en las empresas. A ello no se ha
referido Vivas.
Pero quizás una de las cifras que más ha sufrido por los
recortes ha sido el capítulo de las inversiones, que ha
bajado en 14,9 millones de euros, lo que supone un descenso
de un 41 por ciento. Como siempre hace, el presidente alegó
que el descenso tiene su motivo y era necesario hacerlo para
poder recuperar la solvencia.
El presidente ha cifrado en cerca de 50 millones de euros al
año el esfuerzo o ahorro realizado por la Administración, lo
que equivale al 20% de los ingresos corrientes de la Ciudad,
y ha asegurado que están poniendo “unas bases firmes” para
seguir cumpliendo con las prioridades del Gobierno, que
además de mantener los servicios y el empleo, pasan por
seguir intensificando la lucha contra la pobreza y la
exclusión social e incrementar la inversión, que en 2014 y
en los próximos ejercicios se situará en los 25 millones de
euros anuales.
El esfuerzo realizado, a juicio del presidente, ha sido “de
mucha envergadura, aunque insistió en que se trata de un
esfuerzo necesario y útil, algo que le trasladó a la
secretaria general de Coordinación Autonómica y Local,
Rosana Navarro, en la reunión que mantuvo la semana pasada
en la capital del reino de España.
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A partir de ahora, el empeño estará en amortiguar el efecto
del Plan de Pago a Proveedores
El presidente también explicó ayer
a los periodistas, que en la reunión en Madrid también habló
con la secretaria general del futuro, preguntándose,¿ya
partir de ahora qué? La respuesta dada es que se han
actualizado las previsiones de cara al futuro, tanto en lo
que se refiere a deuda como a equilibrio presupuestario y es
que el Gobierno espera continuar en los próximos años por la
senda de los resultados positivos durante la vigencia del
plan en lo que a equilibrio presupuestario se refiere, tal y
como establece el mismo, cuya vigencia finaliza en 2021, y
amortiguar el efecto del plan de pago a proveedores, de modo
que al final de esta legislatura será como si la Ciudad
nunca hubiera debido dinero por este concepto, algo que
“parecía imposible de alcanzar”. Así, en 2015 el objetivo es
que la deuda financiera se sitúe por debajo del 85% de los
ingresos de la Ciudad y en 2016, por debajo del 75%, el
nivel de endeudamiento considero óptimo desde el punto de
vista de la solvencia.
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