Las sociedades municipales son viables y sus cuentas están
aprobadas y auditadas, tanto internamente como externamente.
Así lo afirmó ayer la consejera de Presidencia, Yolanda Bel,
que con estas declaraciones a venido a corregir el trabajo
realizado por el Tribunal de Cuentas, que en su informe de
fiscalización refleja que las sociedades municipales ceutíes
fueron deficitarias en el año 2010 en 41.388.000 euros y en
40.084.000 euros en el 2011. El órgano fiscalizador también
pone de manifiesto en su informe que las sociedades
municipales presentaban un endeudamiento al 31 de diciembre
de 2011 de 65.626.000 euros.
Pero el tribunal llega a más en su análisis, puesto que
asegura que la Administración ceutí, visto el resultado de
las actividades ordinarias de las empresas, tuvo que acudir
a la cobertura de sus pérdidas y a la financiación de las
inversiones programadas, mediante transferencias corrientes
o de capital.
Es obvio que a Administración ha tenido que hacerse cargo de
estas pérdidas y, además, inyectarle los recursos necesarios
a las sociedades para hacer frente a sus obligaciones de
pago de operaciones crediticias.
Esto tiene que ser así forzosamente, sobre todo a tenor de
lo asegurado por Yolanda Bel, ya que si las sociedades
tienen las cuentas al día y en la actualidad son totalmente
viable, es lógico pensar que las pérdidas presentadas en
otros ejercicios hayan sido atendidas por la Administración
que preside Vivas.
La consejera quiso ser ayer muy contundente, alegando que
las cuentas, “tanto las de esta anualidad como las de
anualidades anteriores pasan por el Tribunal de Cuentas, por
las auditorías y también por el informe de la Intervención”.
Ante esto, cómo se podrían interpretar las palabras de la
consejera de Presidencia, ya que si han pasado por el
Tribunal de Cuentas y este organismo asegura que existe en
déficit en los años 2019 y 2011, lo consecuente sería pensar
o que las cuentas se aprobaron con ese déficit, lo que al
inicio del ejercicio siguiente las empresas presentarían
números rojos, o la Ciudad tuvo que hacerse cargo de las
deudas, tal y como dice el informe.
Yolanda Bel prosiguió con sus afirmaciones diciendo que las
“cuentas se conocen perfectamente porque no se aprueban de
manera interna, si no que se aprueban públicamente en Juntas
Generales, están aprobadas y nada tengo que objetar a las
mismas ni a lo que haya dicho el Tribunal de Cuenta ni las
propias auditorías internas ”.
Bel quiso se reiterativa y machacona, volviendo a repetir
que “ahí están aprobadas, sin ningún atisbo y sin ningún
tipo de peros por parte de absolutamente nadie”.
Como se comprueba por sus declaraciones, la consejera
proclama una cosa y la contraria a la vez, sobre todo cuando
se ha de interpretar su reconocimiento del Tribunal de
Cuentas como fiscalizador y, posteriormente, niega lo que
este organismo refleja en su informe de conclusiones sobre
los ejercicios 2010 y 2011.
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