Un comerciante, de los muchos que se están viendo afectado
por los problemas que se viven a diario en los polígonos del
Tarajal, explicó ayer “soy un comerciante que está afectado
por lo problemas que están sucediendo, sobre todo desde hace
me y medio y tenemos que manofestarnos”.
El cierre de las naves “es una forma de expresarnos sin voz
pero con hechos, a pesar de que nos cuesta mucha”.
En este sentido, el empresario explicó que a una persona que
tiene un negocio con personas dadas de alta, el cierre “me
cuesta y me supone unos gastos importantes, pero si a partir
de estas acciones, las cosas van a mejorar, lo único que
puedo decir es que no hay mal que por bien no venga”.
Para el comerciante son muchos lo problemas que le afectan,
sobre todo que los clientes no tienen acceso a los
comercios. “Son tantos los que nos afectan que sabría por
donde empezar”.
En lo que se refiere a la idea de no pagar los impuestos, el
comerciante dejó claro que no quería entrar en el asunto,
“ya que soy persona responsable con mis deberes”,
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