El día después siempre suele ser el de la reflexión y tras
conocer ayer la decisión del Gobierno de Vivas de dar marcha
y abandonar el proceso de reestructuración del sector
público empresarial ceutí, bueno sería conocer que va a
pasar a partir de ahora.
Las diatribas son muchas y lo primero que hay que conocer es
que en los informes firmados por los distintos consejeros de
la Ciudad para la transformación de las sociedades en
organismos autónomos, uno de los acuerdos que aparece es el
de solicitan la disolución de la empresa sin liquidación.
Este apartado, como ha venido publicando este periódico, se
ha convertido en un seguro de vida, ya que así es posible
retornar a la situación inicial de la que se partía en el
proceso mencionado.
Otro punto importante a tener en consideración para poder
comprender la situación es que hay dos tipos de sociedades,
la que se rigen por el derecho mercantil, a las que se va a
volver, y las que se rigen por el derecho administrativo, a
las que aspiraba a llegar con los organismos autónomos.
Bajo esta premisa es incomprensible que el presidente de la
Ciudad, Juan Vivas, ahora diga que se vuelve al punto de
partido, cuando desde el verano estaba defendiendo que la
mejor fórmula para la gestión y la prestación de los
servicios es que las empresas municipales se aglutinaran
dentro de organismos autónomos.
Pero la pregunta es otra ¿Qué pasa a partir de ahora? Este
periódico ha realizado una consulta en este sentido y lo
primero que hay que tener claro es que las empresas
municipales están disueltas, ya que así se aprobó por las
distintas juntas generales de las mismas, aunque todo apunta
que este acuerdo no estaría inscrito en el Registro
Mercantil.
Está claro, por lo tanto, que las sociedades están disueltas
pero que no liquidadas, lo que hace que en estos momentos
las sociedades no sean unas normales en todo el concepto
amplio de la palabra.
En este sentido habría que añadir, además, que al estar
disueltas las sociedades, éstas no pueden desarrollar su
objeto social, ya que los trámites lógicos serían los de la
liquidación y, posteriormente, la extinción.
Pese a ello y al estar sólo disueltas y no liquidadas ni
extinguidas, la legislación permite volver a las sociedades
a su estado anterior, lo que se denominada proceso de
reactivación de las mismas. La legislación mercantil marca
una serie de obligaciones.
Lo primero que hay que llevar a cabo es conocer el estado de
las sociedades y para ello habría que cerrar las cuentas
anuales, aprobarlas, auditarlas y presentarlas en el
Registro Mercantil, algo que la Ciudad, pese a haber
iniciado el proceso de reestructuración, no había hecho y
que ahora se tiene que realizar a toda prisa, ya que el
tiempo apremia y los problemas podrían generar consecuencias
graves.
Equilibrio financiero
La Ley de equilibrio financiero obliga a que el activo sea
igual al patrimonio neto contable, por lo que las cuentas de
las sociedades tienen presentar las cuentas totalmente
equilibradas, ya que en el supuesto de que no fuese así
habría que compensarlas para que cumpliesen este requisito,
algo que la nueva Ley de Racionalización y Sostenibilidad
para la Administración Local, aprobada por el Gobierno de la
Nación, no permite. Un cuestión a tener en consideración.
La Ciudad tiene dos meses para hacer todos estos trámites,
según aseguraron las fuentes consultadas y es por ello que
Juan Vivas dejó claro que habría que poner en marcha todos
los mecanismos necesarios para que la documentación
necesaria de las sociedades estén listas cuanto antes.
Revocación
Pero todo lo dicho pasa por un requisito importante, la
revocación de los acuerdos plenarios que pusieron en marcha
el proceso de reestructuración del sector público ceutí. Al
respecto, este periódico ha podido conocer que el presidente
de la Ciudad estuvo reunido toda la mañana de ayer con los
técnicos a fin de que éstos preparen la documentación
necesaria para la celebración del pleno de revocación de los
acuerdos el próximo lunes día 20.
Se desconoce si en las reuniones que el presidente está
manteniendo con los técnicos se está preparando, además,
toda la documentación para la modificación de los
Presupuestos para el 2014.
Como ya publicó este periódico, los Presupuestos recogen
partidas para los llamados servicios regionales, por lo que
si ahora se vuelve atrás, las Cuentas de la Asamblea tienen
que ser modificadas.
Este proceso es más complicado, ya que las modificaciones
presupuestarias tendrán, primero, que aprobarse y luego
someterlas a exposición pública por un periodo de treinta
días
Todo esto se antoja en un espacio corto de tiempo, ya que
cuando se revoquen los acuerdos para la puesta en marcha de
los organismos autónomos, del que percibirían sus nóminas
los trabajadores este mes, la Ciudad se encontraría sin
partidas presupuestarias para poder abonarlas hasta que no
se hagan las modificaciones.
Gastos de inscripción
También sería interesante conocer que cantidades ha gastado
la Ciudad en la puesta en marcha de los organismos
autónomos. Este apartado es de especial mención debido a que
como es conocido la Ciudad no puede aumentar el gasto, lo
tiene prohibido en la actualidad.
Según se explicó por parte del equipo de gobierno, estos
trámites tendrían coste cero, aunque a los ya realizados
para la puesta en marcha de los organismos autónomos habría
que sumar los correspondientes a los de la vuelta al estado
inicial. Es decir, a la reactivación de las sociedades. Este
dato, de momento, no ha sido dado a conocer por parte del
Ejecutivo que preside Juan Vivas.
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