El director del Colegio Público Príncipe Felipe, José Manuel
Martínez, no tuvo problemas para reconocer ayer que es una
“situación importante” la que se vive actualmente en el
centro, sobre todo “a la hora de entrada y salida” del
colegio que era lo que “reivindicaban los padres y pedían
una cierta protección para que no se le dieran golpes a los
chavales”, refiriéndose a los recibidos por algunos alumnos
del centro escolar por parte de los porteadores en el
trasiego que se vive a diario en los alrededores del colegio
y que es el mayor dilema que tienen últimamente.
El máximo responsable del centro agregó que a lo largo de
bastantes días “se les ha dado bastantes golpes, porque
pasan con bultos bastante voluminosos al coincidir en el
mismo camino que usan los alumnos y, entonces, porteadores y
niños a la vez” conlleva a que se produzcan estas
circunstancias.
Los padres, según explicó el director, “lo que pedían es
diez o quince minutos de respeto para la entrada y la salida
del colegio”.
Esto afecta mucho a los niños del centro, sobre todo “en el
sentido que pueden llegar con una cierta crispación después
de los golpes, de ver a los padres como se pelean. Se nota
un ambiente bastante enrarecido en el centro”, a nivel
“fundamentalmente de los padres”.
Los niños cuentan, prosiguió José Manuel, “que se ponen con
los padres”, citando como ejemplo la manifestación que hubo
ayer en la carretera nueva, “y creo que es una situación que
los niños no deberían de estar viviendo, por el bien de
ellos”.
El docente recordó lo acaecido en la primer concentración,
indicando que “la semana pasada, cuando los padres se
manifestaron en la puerta del centro, personalmente salí y
pedí a todos los chavales que entraran. Eso fue a las nueve
de la mañana y los chavales tenían que estar dentro del
colegio”.
El director continuó su relato argumentando que los padres
acudieron la semana pasada a la Delegación del Gobierno y a
la Asamblea, “para hablar con las autoridades oportunas y la
solución que les dieron fue que iban a hacer un muro, -me
enteré por la prensa-. El muro, por lo que hemos visto, lo
derribaron y ahora han terminado por quitar las escaleras de
acceso, lo que ha conllevado un malestar bastante general
para todos los vecinos y para el personal del centro que
viene en autobús, que también nos vemos afectados”.
Martínez reconoció que con esta solución, hay que recorrer
ahora más de quinientos metros para llegar hasta el centro
“y, además, por una zona donde no existe un buen acceso. No
hay acera ni paso de peatones en condiciones ni debidamente
señalizados”.
El docente volvió a incidir en que los padres lo único que
solicitaban eran “quince minutos para que los niños pudieran
entrar bien. El jueves pasado, según me comentaron los
padres, se hizo. Pasaban los porteadores que no llevaban
bultos. No hubieron golpes ni empujones y parecía una
solución eficaz, aunque el viernes nos encontramos con que
estaban haciendo un muro y algunos de los padres se
encontraban bastante crispados”.
“Por lo que me han comentado los padres, entienden que la
frontera de está en obras y que el paso de porteadores lo
hacen por la puerta del centro. Entienden que tienen que
pasar, pero solo piden diez minutos a la entrada y otros
diez a la salida. Tampoco considero que sea una petición tan
difícil de cumplir”.
La dirección ha mantenido contactos con la delegación
provincial de Educación a través de la presentación de
varios escritos, “en los que se ha solicitado la
colaboración y lo cierto es que nos han ayudado en todo lo
que han podido. Nos han facilitado números de teléfonos y
nos han manifestado su apoyo”.
José Manuel Martínez desconoce que va a suceder a partir de
ahora, “ya que no sé la reacción de los padres, lo que están
hablando. Lo que me llega a mí a nivel de centro es un
malestar general que ha creado el derribo de la escalera.
Por lo demás, no sé que decir”.
El centro para nada es conflictivo, dijo el director, quién
explicó que “de hecho nosotros normalmente no tenemos
problemas, el problema es que se ven afectados los chavales
a la entrada y la salida por los golpes que se están
llevando. Esta es una reivindicación de hace años y en sí,
el colegio no es conflictivo”, concluyó el director del
centro.
Ayer, a la hora de la salida de los escolares, el director
del colegio se mostraba bastante satisfecho, ya que comprobó
como los alumnos de su centro no tuvieron ningún problema
durante la jornada para poder acceder y salir del mismo.
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