El portavoz del grupo socialista en la Asamblea de Ceuta,
José Antonio Carracao, y la consejera de Presidencia,
Yolanda Bel, mantuvieron un intenso pero cauteloso debate en
el pleno celebrado ayer. El socialista defendió una
interpelación con el fin de conocer los detalles de las
contrataciones realizadas por Bel en el conocido como “caso
Kibesan”. La consejera argumentó que todo se ajusta a la
legalidad.
La consejera de Presidencia, Yolanda Bel, amagó ayer con
presentar una querella al diputado socialista en la Asamblea
de la Ciudad, José Antonio Carracao. Ambos políticos
debatieron con intensidad, aunque también con mucha cautela,
con motivo de la interpelación formulada por los socialistas
relativa a conocer la forma de contratación de determinados
servicios con la empresa KIBESAN 2000.
Carracao reconoció que había cometido dos errores, el
primero no haber presentado la interpelación en el pleno del
mes de septiembre y el segundo, haber errado en el manejo de
las cifras.
Carracao centró todos sus esfuerzos en el intento de conocer
cuales son los criterios para lograr “que todos coman”,
criterio con el que no está de acuerdo y que se presta a “la
arbitrariedad”.
Yolanda Bel respondió echando en cara al socialista sus
errores cometidos y argumentado que los consejeros no se
sientan con los empresarios para hacer las contrataciones.
La consejera de Presidencia añadió que todas las
contrataciones cuentan con los informes técnicos preceptivos
y, por lo tanto, “se ajustan a la legalidad”.
Carracao, en su segunda intervención, se mostró cauteloso,
sobre todo a sabiendas que todo el asunto de KIBESAN 2000
está en los tribunales, pero no desaprovechó la ocasión para
insistir en sus interrogantes a fin de conocer los criterios
usados para las contrataciones, así como si se da o no
publicidad.
Bel pasó rápidamente al ataque y dijo que no “voy a
contestar lo que usted quiera”.
Para Bel, Carracao creyó que había descubierto el caso
“Bárcena II, y se equivocó”.
Veladamente, la consejera hizo un amago de presentar
querella criminal, aunque esta podría llegar cuando todo se
aclare en los tribunales. “No me voy a querellar de
momento”, dijo, para acto seguido acusar al socialista de
querer judicializar la política. Finalizó espetando que no
está para favorecer ni excluir a nadie y todo está conforme
a la Ley.
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