Fueron unos momentos de tensión los vividos en la tarde
de ayer en la Plaza de Los Reyes, lugar en el que desde el
lunes de la semana pasada permanecen concentrados un gruo de
sirios que protestan por la negativa de las autoridades a
permitirle su marcha fuera de Ceuta. Todo se originó por la
tardanza en llegar una ambulancia que fue pedida por parte
de un grupo de personas que ayudaban a los concentrados.
La tensión se apoderó ayer de la Plaza de los Reyes en lo
con el conflicto de los sirios, después de que una grupo
improvisado de personas, la mayoría de comunión mulsumana,
se acercaran hasta la Plaza de Los Reyes para llevarle a los
concentrados, ropa usada de bebé y menores, medicinas y
alimentos.
La idea ya pululaba por la céntrica plaza desde esta mañana,
cuando el este grupo de personas se acercó hasta el lugar
para conocer las necesidades que tenían los concentrados y
poderles prestar ayuda.
Sobre las cinco y media de la tarde, aproximadamente, el
grupo solidario apareció en la Plaza de los Reyes y todo se
desarrollaba con total normalidad, aunque una de las
personas que ayudaban a los sirios se apercibió que uno de
los niños de corta edad tenía fiebre y, según aseguraron a
este periódico, decidieron cmunicarlo a los agentes de la
Unidad de Intervención Policial del CNP que prestan labores
de vigilancia durante todo el día en la zona.
Aquí comenzó a aumentar la tensión, puesto que, según las
personas que estaban ayudando, no se les hizo mucho caso al
asunto, por lo que decidieron llamar a los servicios del
112, que tardaron en enviar la ambulancia hasta el lugar
unos veinte minutos aproximadamente, siempre según la
información de este grupo de personas.
Durante el transcurso de estos hechos, hasta el lugar
comenzaron a llegar más personas, que durante algunos
momentos gritaron “humanidad, humanidad”. El uso de las
nuevas tecnologías propició que el mensaje de ayuda corriese
como la pólvora y empezaran a concentrarse hombres, mujeres,
jóvenes e, incluso, estudiantes.
Una de las personas, que mantuvo su identidad en total
anonimato como el resto del grupo, que acudieron a la
llamada de auxilio, manifestó que había se había acercado
hasta la plaza un representante de la Delegación del
Gobierno, al que comunicaron todo lo que estaba pasando,
mostrándole su total indignación por el hecho sucedidos.
Según esta persona, la respuesta del representante de la
Delegación del Gobierno no fue otra que lo que deberían de
hacer es “dirigirse a la Fiscalía”.
Pero la cosa no iba a quedar ahí, puesto que al parecer una
persona que pasaba por el lugar pronunció una frase
insultante contra las personas allí concentradas, aumentando
la tensión en la plaza.
Los agentes de la UIP decidieron acercarse hasta el grupo
para evitar la cosa fuese a mayores y pudiera registrase
algún tipo de incidente, lo que al final no sucedió.
Mucha tensión
Eran momentos de mucha tensión y uno de los concentrados
sirios, portando un niño de corta edad, salió corriendo para
llevar corriendo al pequeño al Centro de Salud del Recinto,
donde fue atendido por los médicos, ya que tenía mucha
fiebre.
A renglón seguido, la madre del pequeño, con otro hijo entre
sus brazos, muy nerviosa, también decidió dirigirse
rápidamente hasta el centro sanitario, por el pequeño que
llevaba en brazos también tenía fiebre.
Tanto uno como otro estuvieron acompañados hasta el centro
sanitario por muchas de las personas que se reunieron en el
lugar acudiendo a la llamada de ayuda.
Tras un breve momento, el padre del menor salía del centro
sanitario, explicando que su estado era bueno y que sólo
tenía fiebre. Unos instantes después, la madre hacía lo
propio con el otro pequeño, siendo el resultado el mismo,
sólo fiebre. También fue revisada una niña que no presentaba
problema alguno.
Esta menor presentaba el estómago bastante hinchado, pero
tras el reconocimiento se concluyó que no padecía ningún
tipo de dolencia.
Los padres afirmaron a este periódico que todo es debido a
que por las noches, sobre las cuatro de la madrugada, son
mojados debido a que a esa hora es cuando se procede a la
limpieza de la plaza por parte de los empleados de la
empresa concesionaria.
Los sirios entienden, según detallaron, que estas maniobras
junto con las llevadas a cabo por la Unidad de Intervención
Rápida de la Policía Local, que en sobre la doce de la noche
del pasado martes estuvieron en la plaza, y, según
explicaron, no “nos dejaron de dormir, ni a nosotros ni a
todos los que estábamos aquí acostados”, explicó uno de
ellos.
En esa misma noche se vivió otro momento de tensión, cuando
los agentes trasladaron desde el céntrico lugar hasta el
Centro de Menores La Esperanza, en la barriada San Antonio,
a cuatro menores de edad pertenecientes a este colectivo de
sirios, aunque uno de ellos estaba ayer de vuelta y sin
intención de regresar.
|