Los hosteleros ceutíes llevan meses recibiendo denuncias
contra sus terrazas que para ellos no tienen sentido, porque
se producen a horas en las que les está permitido estar en
funcionamiento. Los empresarios han solicitado la licencia
de apertura de sus terrazas, pero esta no les llega, y si
durante el transcurso de la tramitación son denunciados
tienen que presentar un informe medioambiental sobre el
impacto del ruido, lo que les supone un desembolso de entre
2.000 y 2.500 euros. Además, reciben llamadas de las
empresas encargadas de estos estudios informándoles de que
tienen denuncias para hacerles el informe.
Los empresarios del sector hostelero se sienten perseguidos
y acosados por denuncias “sin sentido” contra sus terrazas,
a pesar de que la mayoría ya ha solicitado su licencia de
apertura. De forma anónima les llegan denuncias por ruido a
horas en las que no tienen ningún tipo de restricción y,
cuando esto ocurre, les obliga a incorporar un estudio sobre
impacto del ruido a la tramitación de la solicitud de
licencia de apertura. Lo que conlleva un gasto adicional de
entre 2.000 y 2.500 euros para realizar este informe. Desde
la Cámara de Comercio se han hecho eco de las quejas de los
empresarios y ya están elaborando un escrito para pedir
“soluciones inmediatas” a la Consejería de Fomento.
El presidente del organismo cameral, Karim Bulaix, alerta de
como algunos hosteleros han recibido llamadas de empresas
que realizan los informes sobre el impacto del ruido para
informales de que habían sido denunciados y ofrecerles la
elaboración del estudio. Este hecho ha levantado las
sospechas de los empresarios, que se sienten “perseguidos” a
la vez que extrañados porque una empresa, de la península,
conozca estos datos. Bulaix critica que esta situación
provoca “una indefensión total”.
A merced de los vecinos
Los hosteleros nunca han visto con buenos ojos esta segunda
ordenanza de terrazas y ya avisaron tras su aprobación hace
un año de que el texto daría problemas. Ahora, Bulaix
denuncia como la normativa no recoge la realidad de la
hostelería de Ceuta. “Hay terrazas que llevan funcionando
mucho tiempo y ahora se las está cuestionando por aspectos
como que las aceras donde se ubican no tienen las medidas
que recoge la ordenanza”, señala el presidente de la Cámara,
para quien el texto deja “desprotegidos” a los empresarios.
“Ahora es muy fácil que cualquier vecino denuncie sin razón
y perjudique al hostelero”, lamenta.
Más de 40 empresarios se han reunido ya en la Cámara de
Comercio para ver cómo se puede cambiar la situación. La
próxima semana está previsto que el organismo transmita a la
Consejería de Fomento un escrito para pedir soluciones y que
se vuelva a modificar el texto para proteger la actividad de
las terrazas. Bulaix advierte de que en la ciudad hay en
torno a 150 terrazas que dan trabajo a “mucha gente” y que
restringir su actividad conllevará despidos.
“La Consejería debe plantear nuevas soluciones para que los
negocios hosteleros puedan subsistir y que la ordenanza no
suponga un menoscabo a esta actividad”, señala Bulaix, que
explica como en muchos casos los empresarios no pueden hacer
frente al coste del informe medioambiental sobre el impacto
del ruido que deben adjuntar si reciben una denuncia, aunque
su solicitud de licencia de apertura esté en trámite desde
hace meses.
En enero, la Cámara de Comercio ya remitió un escrito a la
Ciudad con varias propuestas para “flexibilizar” la
ordenanza. En ese momento, ya avisaban de que los
empresarios eran “muy vulnerables” ante una regulación “en
exceso meticulosa y exageradamente rigorista”. Ahora, se
siente perjudicados y acosados como consecuencia de un texto
que ha sido reformado en dos ocasiones.
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La historia se vuelve a repetir y, hasta ahora, la Ciudad ha
otorgado menos de diez licencias de apertura
La primera ordenanza de terrazas
que elaboró la Consejería de Fomento recogía que los
empresarios que no tuvieran su licencia expedida a fecha de
31 de diciembre de 2012 no podrían tener una terraza. La
administración pudo resolver todos los trámites y no se
entregaron apenas licencias. Por ello, en la segunda
normativa que se aprobó en octubre de 2012, se amplió el
plazo hasta diciembre de 2013. Sin embargo, las licencias
siguen sin llegar. Según los datos que maneja la Cámara de
Comercio, los hosteleros han presentado 87 solicitudes y de
ellas se han resuelto menos de diez. Y esto, a pesar de que
la mayoría se presentaron en 2012 y así figura en su
referencia de presentación. Para el presidente del organismo
cameral, Karim Bulaix, esto es un grave problema que la
administración debe resolver. “Es necesario que se agilicen
los trámites y que eviten un sobrecoste para el empresario”,
alerta para recordar que en tiempos de crisis “lo que se
debe perseguir es fomentar la actividad y la creación de
empresas”. Pero para ello, desde la Cámara entienden que la
ordenanza no es la “solución”.
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