El Pleno de la Asamblea aprobó ayer el calendario laboral
para el próximo año, que tal como había anunciado ya el
Gobierno, no incluye la fiesta de fin del Ramadán,
solicitada por Caballas que Caballas, que pedía incorporarla
en lugar de pasar la Fiesta Nacional, que el año próximo cae
en domingo, al lunes. La fiesta del Sacrificio se ha
señalado por su parte para el 6 de octubre.
Los argumentos ya esgrimidos por unos y otros se repitieron
en el salón de Plenos, donde el consejero Carreira señaló
que el interés del Gobierno es el de “sumar”, no “eliminar”
al sustituir unas festividades por otras.
El debate derivó hacia el tipo de “españolidad” que el
principal grupo de oposición atribuye al Gobierno, que su
portavoz, Juan Luis Aróstegui, tildó de “caduco y decadente”
ante el reproche de Carreira de que ellos no acuden a
determinados actos institucionales. Para Caballas, el
calendario debe reflejar “el reconocimiento de la realidad
social y el esfuerzo por construir una sociedad en la que
nadie se sienta mal”.
Por su parte, el Grupo Socialista propone crear un “paquete”
de festividades que ponga “en valor nuestro hecho
diferencial, que es la convivencia”, afirmó José Antonio
Carracao, quien considera que que tendría “interés
turístico”.
Carreira señaló para cerrar el debate que está “de acuerdo”
en que se debe buscar “una solución distinta” a la actual,
pero que pase siempre, insistió, por “sumar y no restar”.
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