La consejera de Presidencia y Gobernación, Yolanda Bel,
dio ayer por “aclarado” en una rueda de prensa todo lo
relacionado con los pagos a Kibesan 2.000, que ascienden,
según sus datos, a 39.748 euros más una factura pendiente de
pago de 1.239. Bel afirma que las compras de este tipo de
material, destinado al funcionamiento de los Planes de
Empleo, no se pueden sacar a licitación en un concurso mayor
porque no se pueden “prever” de un año para otro. De Kibesan
enseñó documentos, algunos internos, para “demostrar” que no
es una empresa “fantasma”. Además, anunció querellas contra
quien ponga en duda su “honorabilidad”.
La consejera de Presidencia y Gobernación, Yolanda Bel, dio
ayer por “aclarado” el asunto de las facturas de con la
empresa Kibesan 2.000, que según denunció el secretario
general del PSOE, José Antonio Carracao, tiene “todos los
visos de ser un fraccionamiento de pago”. Bel convocó a los
medios y durante su comparecencia mostró documentos,
-algunos de carácter interno de la empresa, como contratos y
nóminas de trabajadores-, que, según dijo, “no dejan ninguna
duda de la existencia y garantías de la empresa”.
Durante su rueda de prensa, de 40 minutos, la consejera
aseguró que se querellará contra todo aquel que ponga en
duda su “honorabilidad”, y que lo hará tanto por lo que se
diga a partir de ahora como por todo lo que se haya dicho
desde que este tema salió a la luz pública, hace una
semana.Bel afirmó que ha salido al paso ahora de las
“especulaciones y mentiras que se han contado” porque antes
de responder quería “recopilar” la información y “todos los
informes técnicos” para que su explicaciones no se basaran,
afirmó, en “opiniones personales, que son fácilmente
rebatibles con opiniones de otros”.
Lo primero que aclaró, tras haberlo reconocido ya el
secretario general del PSOE, es que la cantidad facturada
con Kibesan 2.000 no asciende a 123.943 euros. Bel considera
que no es suficiente con reconocer que el socialista se ha
equivocado “sensiblemente” en la cantidad. “Esto no se
arregla con una nota de prensa de once líneas”, dijo en
referencia al comunicado emitido el viernes por el Partido
Socialista. “Si uno está dejando entrever cosas, dejando
caer con grandes titulares cosas que no son ciertas y él
mismo ha tenido que rectificar, no se rectifica de esta
manera, ni es responsable ni es coherente y ahí tiene, ha
tenido y va a seguir teniendo a la consejería para
informarse”.
Según la información que la consejera asegura haber
recopilado, la cantidad facturada hasta este momento con
dicha empresa asciende a 39.748,93 euros, y hay una factura
en “orden”, pendiente de pago, de 1.239,10 euros.
Aunque el portavoz del Gobierno, Emilio Carreira, tildó la
comparecencia de Carracao sobre este caso como “piscinazo”,
Bel dijo que prefería llamarlo “error” por “no saber cómo se
tramita una factura en esta administración y sumar tres
veces la misma”.
Para “demostrar” según dijo, que Kibesan no es una empresa
“fantasma”, la consejera mostró una decena de documentos. El
primero fue el “certificado de Servicios Tributarios de que
no figura como deudora”; el segundo, documento de la Agencia
Tributaria “con carácter positivo”; el tercero, documento de
Hacienda “con tarjeta de Identificación Fiscal y Código de
Identificación definitivo de la empresa”; el cuarto,
“documento de la empresa en gestiones con el Ipsi”; el
quinto, “documento de Servicios Tributarios de Ipsi”, y el
sexto, “documento de la Seguridad Social”. A continuación,
enseñó documentación interna de Kibesan 2.000, en primer
lugar, “documento notarial sobre la empresa” y el segundo,
“del señor notario sobre la ampliación del objeto social de
la empresa”, así como “contratos de algunos trabajadores,
nóminas y certificados de empresa”. No respondió Bel a la
pregunta de cuánto ha pagado la empresa en Ipsi porque,
afirmó que ni las consejerías “ni mucho menos, los
consejeros”, tienen que “investigar” a las empresas a las
que hace compras la Ciudad. Lo que sí aclaró es que la
empresa está dada de alta como importadora, “aunque no es
necesario”, para el suministro del tipo de material que le
ha comprado su consejería.
Al ser preguntada por cómo la Ciudad ha accedido a los
documentos internos de Kibesan 2.000, Bel se limitó a decir
que solicitó “papeles” al “personal” de la Ciudad para
“aclarar” el asunto.
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Las empresas “llevan sus presupuestos” al ayuntamiento y
este “reparte” el dinero “entre todos”
Si la partida objeto de polémica,
de 600.000 euros, se sacara a concurso completa “y se
presenta una empresa de Dios sabe dónde y se lleva el
concurso, y yo no le doy ni un céntimo a una empresa local,
al menos habría que preguntarse, ¿eso es justo?”. Este fue
uno de los argumentos esgrimidos ayer por Yolanda Bel, quien
aseguró que la Ciudad trata de facilitar que “coman todas
las empresas locales” porque “lo sospechoso sería que le
diéramos los 600.000 euros a una sola”. Bel presumió de que
sólo su consejería “trabaja con más de cien empresas” y
señaló que su área no es la única que trabaja con Kibesan. A
la pregunta de cómo se contacta con determinadas empresas
como KIbesan 2.000 y no con otras, Bel explicó que las
empresas “dan sus presupuestos” y que el ayuntamiento decide
“repartir” el dinero que tiene “entre todos”, que es “lo
coherente”.
Bel señaló en varias ocasiones que no entiende “ese
desmadre” por el pago de 40.000 euros de una partida de
600.000, algo que considera “una minudencia (sic)”.
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