La dotación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado en la frontera se ha visto reforzada con dos
unidades, una de la Guardia Civil y otra del Cuerpo Nacional
de Policía (CNP). Tras las avalanchas de inmigrantes
registradas el martes y el miércoles, se ha desplazado a la
ciudad una unidad de GRS (Grupos de Seguridad y Reserva) de
la Guardia Civil procedente de Sevilla y formada por una
veintena de agentes y, desde la Unidad Central de Madrid, un
subgrupo de UIP (Unidad de Intervención Policial) del CNP,
con 18 funcionarios. Mientras en Ceuta la situación era ayer
de tranquilidad, en Melilla se mantenía la presión.
Tras las avalanchas vividas en el perímetro fronterizo en
los últimos días, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado han visto reforzados sus efectivos en esta función.
Tal como confirmaron desde la Guardia Civil y por parte del
Cuerpo Nacional de Policía (CNP), este refuerzo de efectivos
se cifra en conjunto en unos 40 agentes.
En apoyo de los guardias civiles desplegados en la frontera
del Tarajal ha llegado en concreto una Unidad Básica de
Atención (UBA) de los Grupos de Seguridad y Reserva (GSR)
procedente de Sevilla. Esta unidad está formada por una
veintena de agentes.
Por su parte, a los efectivos del CNP cuentan, en apoyo a
sus funciones en la frontera y procedente de la Unidad
Central de Madrid, con un subgrupo de UIP (Unidad de
Intervención Policial), formado por 18 funcionarios.
Los Grupos de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil son,
según la información del Ministerio del Interior, unidades
de ejecución de los servicios, desplegados a lo largo del
territorio nacional, y que se articulan en Compañías. Para
la ejecución de los servicios se despliegan en Unidades
Básicas de Actuación (UBA) y en el Módulo de Intervención
Rápida (MIR). Los GRS están integrados a su vez en la
Agrupación de Reserva y Seguridad que es la principal Unidad
de Reserva de la Benemérita y está especialmente concebida,
preparada y organizada para cumplir su misión específica de
“prevención, mantenimiento y, en su caso, restablecimiento
de la seguridad pública”.
En lo que respecta a las Unidades de Intervención del CNP,
se trata de órganos móviles de seguridad pública con la
misión de actuar en todo el territorio nacional,
principalmente en los supuestos de “prevención y de peligro
inminente o de grave alteración de la seguridad ciudadana”.
La decisión de reforzar la dotación de agentes que realiza
las labores de control de la frontera se ha adoptado por el
Ministerio del Interior después de que se haya visto
notablemente intensificada la presión de los inmigrantes
sobre la zona del espigón fronterizo.
La Delegación del Gobierno estima en algo más de medio
millar el número de inmigrantes subsaharianos que esperan
una oportunidad de cruzar la frontera de forma clandestina
en las inmediaciones de la ciudad autónoma. No obstante, el
delegado del Gobierno, Francisco Antonio González, reconoció
el pasado martes, tras la avalancha en la que entraron en
Ceuta 91 inmigrantes, que la cifra de subsaharianos que
puede haber en las provincias de Tánger y Tetuán es
“infinitamente mayor”.
En Melilla, la situación es muy similar y, de hecho, las
avalanchas de los últimos días se han reproducido también en
la otra ciudad autónoma, casi de forma simultánea y con el
mismo volumen que en Ceuta.
Tranquilidad ayer
Apenas 24 horas después de la entrada masiva del pasado
martes, en la que se lanzaron a la carrera hacia Ceuta,
según cálculos de las fuerzas de seguridad, unos 350
inmigrantes, otro grupo de unos 200 lo intentaba de nuevo,
esta vez sin éxito. Ayer la situación en la frontera volvía
a ser de aparente normalidad.
Sin embargo, Melilla vivía ayer el tercer asalto de la
semana. Unos 200 inmigrantes de origen subsahariano
protagonizaban hacia las 06.30 horas un nuevo intento de
entrada masiva en esta ciudad a través de la valla
fronteriza; de este grupo al menos diez personas lograron
acceder a territorio melillense, según recoge Europa Press
de fuentes de la Delegación del Gobierno.
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