El director general de la Guardia Civil, Arsenio
Fernández de Mesa se refirió, tras presentar el proyecto
Seahorse Mediterráneo contra la inmigración irregular, a los
últimos asaltos de inmigrantes registrados en la valla de
Melilla y en Ceuta y ha criticado que “lamentablemente
durante muchos años no se ha tomado ninguna medida.
El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández
de Mesa, criticó ayer que “lamentablemente durante muchos
años no se ha tomado ninguna medida en la valla de Melilla”,
a pesar de las propuestas de los técnicos, y ahora el
Ministerio del Interior está corrigiendo esa política y las
tomará. Fernández de Mesa se ha referido así, tras presentar
el proyecto Seahorse Mediterráneo contra la inmigración
irregular, a los últimos asaltos de inmigrantes registrados
en la valla de Melilla y en Ceuta.
El director general del instituto armado ha recordado que,
como anunció ayer el secretario de Estado de Interior,
Francisco Martínez, “se van a tomar una serie de medidas
técnicas que mejoren la protección de España y que
dificulten el salto de la valla”, algunas de ellas la
próxima semana. Ha relatado que se ha detectado “una bolsa
de inmigrantes muy importante, y cada vez más violentos y
agresivos” y ha sostenido que “lamentablemente durante
muchos años no se ha tomado ninguna medida”
“Se han hecho pocas inversiones y lo que es más lamentable
es que no se han tomado algunas medidas que a propuesta de
los técnicos deberían haberse tomado, y que ahora está en
estudio”, ha explicado. Esa falta de medidas hace que ahora
“estemos pagando una cierta laxitud a la hora de controlar
la inmigración irregular que estan viviendo Ceuta y
Melilla”, ha añadido.
Preguntado por cuáles son las medidas que se deberían de
haber tomado, Fernández de Mesa ha dicho que una de las
cuestiones que más preocupa a la Guardia Civil es que en los
últimos seis años los agentes no pueden patrullar entre las
dos vallas debido a la colocación en 2005 de una sirga
tridimensional, que es un obstáculo de cables de acero
ubicado entre las dos vallas perimetrales. “Esa sirga
tridimensional no debería estar colocada en la zona e impide
que la Guardia Civil pueda ejercer su función de vigilancia
adecuadamente”, ha sostenido.
El responsable del instituto armado ha asegurado que “se
está avanzando para tratar de corregir todas esas medidas
que no fueron muy afortunadas, tratar de recuperar una
cierta política preventiva y disuasoria que facilite lo que
es la labor policial para impedir que los inmigrantes
ilegales entren en España”.
Fernández de Mesa ha precisado que la Guardia Civil solo
puede actuar en España, y no fuera, y ha destacado que
Marruecos colabora y sus autoridades “están haciendo un gran
esfuerzo tanto en Ceuta como en Melilla”. Ha confiado en que
esa colaboración y las medidas que tomará en breve el
Ministerio del Interior, como la apertura del Centro de
Coordinación de Vigilancia Marítima Español y Europeo, “van
a hacer cada vez más difícil que las mafias realicen esta
labor de una formar completamente repugnante”.
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Un grupo de 15 inmigrantes son trasladados a la península
En la jornada de ayer un grupo de
15 inmigrantes fue trasladado a centros de acogida e
internamiento de la península. La Delegación del Gobierno en
Ceuta ha puesto en marcha un proceso para agilizar las
salidas hacia la península de los subsaharianos que
permanecen acogidos en el Centro de Estancia Temporal de
Inmigrantes (CETI), donde ha 744 censados. El colapso de las
instalaciones del CETI se ha producido por las avalanchas
que se han producido este mes en la frontera, que han
ocasionado la entrada de 33 personas el día 2 y de otros 91
inmigrantes el pasado martes. A las citadas entradas masivas
por la playa se une la de otros treinta subsaharianos que
fueron rescatados en una zodiac que se hundió el pasado
lunes en las inmediaciones de la costa ceutí. La dirección
del CETI ha acometido en las últimas horas una
reorganización de las habitaciones del recinto, que en
principio estaba preparado para 512 plazas y que a fecha de
hoy tiene a 744 inmigrantes, la mayoría de ellos
subsaharianos. Esta reorganización permitirá distribuir a
los inmigrantes en función de su lugar de procedencia para
evitar que se puedan producir incidentes por la masificación
del recinto.
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