A principios de 2014 calcula el director de la Biblioteca
Pública, José Antonio Alarcón, que podrá abrirse al público
el nuevo equipamiento del Estado, ubicado en Huerta Rufino.
Una fecha que supone el retraso en unos meses respecto a la
anunciada el pasado mes de abril por la consejera de
Educación, Cultura y Mujer. “Entre octubre y noviembre”,
comunicó Mabel Deu el pasado 18 de abril, cuando se
recepcionó la Biblioteca. El antiguo centro se queda en
principio como una biblioteca de barrio, aunque está por
determinar si este será su futuro o si la Ciudad cederá los
terrenos para la construcción de colegios.
Al ritmo que lleva el traslado, la apertura de la Biblioteca
Pública estatal se prevé para principios de 2014, según ha
apuntado el director de la misma, José Antonio Alarcón, que
es quien se está encargando de dicho traspaso. Así se le
está informando también a los ciudadanos que llaman al
centro para consultar cuándo podrán coger libros.
Una fecha prevista que supone el retraso en unos meses
respecto a la anunciada el pasado mes de abril por la
consejera de Educación, Cultura y Mujer. “Entre octubre y
noviembre”, comunicó Mabel Deu el pasado 18 de abril, cuando
se recepcionó la Biblioteca. Más cerca estuvo Alarcón, que
ya por esas fechas, sin atreverse a precisar, adelantaba que
habría que esperar para que el nuevo equipamiento de Huerta
Rufino abriese sus puertas “entre seis y ocho meses”, es
decir, entre octubre y diciembre.
De momento se han trasladado unos 60.000 ejemplares, que ya
están colocados en sus estanterías. Son, en total, 150.000
documentos los que la Biblioteca tiene que trasladar desde
el centro de la avenida Virgen de África hasta las nuevas
instalaciones. Un traspaso que están realizando en 3.000
cajas.
La nueva biblioteca ya cuenta con plantas prácticamente
equipadas al completo. Es el caso de la tercera, a la que
únicamente le falta la equipación informática. Cada planta
estará dotada con entre seis y ocho ordenadores. Ya están
las mesas, sillas y estanterías, así como unos 40.000
ejemplares de Fondo Patrimonial, enciclopedias y otros
libros de consulta. También en la cuarta planta está
trasladada más de la mitad de la colección que se ubica en
esta sala. Se ha colocado también la colección completa de
novelas, unos 25.000 ejemplares.
Paso a paso
El primer mes, el trabajo se centró en “papeleos”, explica
Alarcón a EL PUEBLO. Después se pusieron a punto los
aspectos de seguridad, los dos ascensores, electricidad,
fibra óptica, etcétera. No se tuvo en cuenta -apunta
Alarcón- que hubiese sido recomendable que la Biblioteca
contara con un montacargas. Después comenzó el traslado de
documentos. La Biblioteca antigua cerró su servicio de
préstamo después de los exámenes de Selectividad. En
principio, dicho espacio se queda como una biblioteca de
barrio, aunque aún está por determinar si ese será su futuro
definitivo o si la Ciudad cederá estos terrenos para la
construcción de colegios, tal como explica Alarcón.
La colocación de libros es una tarea que requiere precisión,
“y paciencia”, explica Alberto Ferrero, uno de los
trabajadores que está dedicándose a estas funciones. Deben
ubicarse de manera que el bibliotecario los encuentre para
facilitárselos al lector. Además -explica Alarcón- deben
dejar hueco para futuras adquisiciones.
Alarcón calcula que a principios de noviembre podrán empezar
con las devoluciones. Hace incidencia en que aunque ahora
los lectores se encuentren con esta situación, deben de
tener en cuenta que es “un servicio que mejorará
inmensamente y merecerá la pena”. “La Biblioteca será para
muchos años”, concluye.
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