La pequeña Jennifer era muy querida en toda la barriada de
Miramar Bajo. La niña vivía con su madre y sus abuelos y no
tenía hermanos. Era estudiante del colegio ‘Vicente
Aleixandre’ y muchos vecinos, compañeros de clase y amigos
no quisieron dejar pasar la oportunidad de rendirle un
pequeño homenaje en el paso de peatones, lugar donde fue
atropellada por un vehículo, marca Mercedes, matrícula de
Marruecos, el sábado.
Las redes sociales se convirtieron ayer en una de las vías
para que los ceutíes mostraran su dolor y sus condolencias a
la familia de la pequeña tristemente fallecida. Tales fueron
las muestras de apoyo, que se convocó a las 20.00 horas de
ayer, momento en que se produjo el fatal accidente, una
concentración en recuerdo de Jennifer.
Muestras de apoyo
Allí se congregaron más de cien personas que quisieron dar
así su último adiós a la niña. “Todo el mundo la conocía,
era una pequeña muy querida”, comentaban emocionados alguno
de los asistentes. “Era una preciosidad, rubia, con la piel
clarita, era una persona que se dejaba querer”, explicaban
unos y otros. Momentos de mucha pena se vivieron ayer en el
trágico paso de peatones. Una persona muy allegada a la
familia, recordaba una anécdota: “Le habían comprado un
traje de gitana, porque le hacía mucha ilusión, y esa misma
mañana su madre le había hecho una foto con él”. Sus
abuelos, ambos enfermos, “sólo vivían por ella, era su
niña”. La madre de la pequeña “se desvivía por ella, no
salía de casa sin ella y siempre iban agarradas de la mano”.
“Era muy, muy especial”, dice. La pequeña, su madre y su
abuela volvían de la playa y la niña iba “feliz porque su
abuela le iba a comprar un gran helado”. “Ese paso de cebra
no lo respeta nadie, y ha ocurrido una enorme desgracia”,
lamenta otra persona allegada a los familiares.
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