El Príncipe vivió ayer un operativo conjunto de la
Policía Nacional y la Guardia Civil con el que el Ministerio
del Interior da por desarticulada una red de reclutamiento
de combatientes con destino a la yihad en Siria. En total y
aunque la operación no se da aún por cerrada, se ha detenido
a ocho presuntos integrantes de esta organización, a la que
se vincula con grupos terroristas dirigidos por Al Qaeda que
operan en este país. Los detenidos fueron trasladados ayer
mismo a Madrid, para ser puestos a disposición del titular
del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia
Nacional, ante el que se prevé declaren el lunes.
Una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia
Civil supuso ayer, según el Ministerio del Interior, la
desarticulación en Ceuta de una red que vincula con
“filiales” de la organización terrorista Al Qaeda. Un
amplísimo operativo de agentes de Información de ambos
cuerpos, del que fue testigo EL PUEBLO, se desplegó desde
cerca de las seis de la madrugada en la barriada del
Príncipe, donde se localizó a ocho presuntos integrantes de
esta organización, responsable del envío de combatientes a
grupos terroristas que operan en Siria.
Inicio en 2009 y 2011
De acuerdo con los primeros datos ofrecidos en un comunicado
del Ministerio -a la espera de la comparecencia, prevista
para hoy, del ministro Jorge Fernández Díaz-, desde Interior
se destaca que la Policía y la Guardia Civil iniciaron sus
investigaciones por separado en el marco de diligencias
judiciales de los años 2009 y 2011. Fue a principios de 2011
cuando los responsables de Información del Cuerpo Nacional
de Policía y la Guardia Civil decidieron continuar las
operaciones conjuntamente “para conseguir así una mayor
eficacia operativa”, decisión que fue “tutelada y avalada”
tanto por la Secretaría de Estado de Seguridad como por el
titular del Juzgado Central de Instrucción, número 2, que ha
emitido los correspondientes mandamientos de entrada y
registro en los domicilios de los sospechosos, y de la
Fiscalía de la Audiencia Nacional.
La red hispano-marroquí desarticulada era, según las
investigaciones policiales, responsable del envío de
yihadistas a los grupos afiliados a Al-Qaeda en Siria. De
hecho, se tenía constancia de que “decenas de personas”,
alguna menor de edad, habían partido tanto desde la ciudad
autónoma como de territorio marroquí bajo la cobertura de
esta red terrorista. Algunos de ellos habrían protagonizado
atentados suicidas mientras que otros se habrían incorporado
a campos de entrenamiento como paso previo a la acción
armada.
Los Servicios de Información de la Policía y de la Guardia
Civil habían comprobado por otra parte que varias remesas de
“yihadistas” estarían esperando hacer el viaje desde España
hasta Siria.
Esta red, asentada en Ceuta y en la localidad marroquí
limítrofe de Fnideq (Castillejos), realizaba, según los
investigadores, labores de captación, adoctrinamiento,
facilitación y financiación de los viajes, en contacto
externo con otros terroristas y siguiendo las directrices
emanadas de la organización terrorista Al Qaeda.
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Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tienen constancia de diez
casos de ceutíes que se han ido a Siria
Los ceutíes que han abandonado la
ciudad para hacer la yihad en Siria suman diez. Los últimos
de los que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado
tenían constancia eran cinco que, según publicó EL PUEBLO el
pasado día 10, habían partido en apenas siete días. El
anterior caso del que, tras la presentación de una denuncia
por parte de sus familiares tanto en Ceuta como en
Castillejos, se hacía también eco este diario el pasado 16
de mayo, era el de un marroquí casado con una ceutí y padre
de dos hijos. El joven, que tiene familiares en Benzú,
disponía de NIE y permiso de residencia. Con anterioridad a
este, EL PUEBLO adelantó la información del viaje a Siria de
quien hasta la fecha es el único menor de edad reclutado por
los yihadistas en Ceuta con destino a este país, inmerso en
una guerra civil desde enero de 2011. El adolescente, cuya
desaparición fue denunciada también por sus familiares,
residía en el Príncipe. De este mismo barrio eran los tres
primeros jóvenes cuyo viaje a Siria se conoció en 2012. Los
tres, de entre 24 y 32 años, eran amigos, y la noticia de su
muerte llegó a su familias entre junio y julio de ese año.
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