El proceso de cambio a seguir de una Administración de
Justicia al uso a la nueva Oficina judicial, conlleva un
proceso de transformación bastante importante que afecta a
diferentes ámbitos organizativos. Comenzando por el capítulo
de personal, con una serie de plazas que saldrán a concurso,
la reordenación de cobertura de plazas, asunto ya acabado en
Ceuta, para seguir luego con un proceso formativo y de
carácter divulgativo que empieza hoy, precisamente, a todos
los nivelesy que afectan lógicamente a funcionarios y
secretarios judiciales, que son los que se van a encargar a
formar en septiembre al resto del personal que trabaja en
esta ciudad en la administración de Justicia, para que la
Oficina Judicial esté en marcha a partir del mes de octubre.
Por último se llevará a efecto el proceso de traslado,
respaldado en su conjunto por todo el soporte de las nuevas
tecnologias aplicadas a este ámbito que es un trabajo que se
va a ver acompañado a todo el proceso.
En el último momento, se estima que el traslado físico se
producirá en miércoles, prolongándose durante toda la semana
siguiente para que todo el material, embalado en cajas se
deposite en las dependencias que serán ocupadas en la nueva
organización, hasta que un lunes se inicie la tarea que cada
empleado desarrollará en su sitio y puesto de trabajo.
La decana del Colegio de Abogados, Isabel Valriberas,
reconoce que, con carácter previo, ya se hizo hace unos años
una adaptación de los espacios a destinar para la nueva sede
judicial, ya que se requieren unos espacios determinados, ya
que no se pueden ubicar las nuevas oficinas judiciales en
los espacios que había antes.
Ceuta con el problema que supone contar con cinco sedes
judiciales, no es fácil el nuevo modelo organizativo. En
Cuenca y Mérida con sedes únicas este proceso se realizó de
forma mucho más fácil. En cualquier caso, el modelo que se
iba a aplicar en 2011, para la Secretaria de Gobierno de
Justicia, Josefa Vilar, “fue una alegría que no se realizara
en ese momento porque teníamos un servicio más que
actualmente con un gran problema que eran las cinco sedes
judiciales”. Aún así, estima que la respuesta y la
implantación va a ser mejor para todos.
Las Unidades Judiciales Procesales de Apoyo Directo
funcionan como el equipo técnico de asistencia del juez o
magistrado. Los jueces y magistrados se concentran así en su
principal función: juzgar y hacer ejecutar lo juzgado.
Los servicios comunes procesales son la clave de esta nueva
manera de trabajar. Dirigidos por los secretarios
judiciales, tienen funciones procesales de gestión y apoyo.
Las Unidades Administrativas gestionan los recursos humanos
y materiales de la Oficina Judicial.
Este nuevo modelo favorece una actividad judicial más ágil y
eficaz. Interconecta las Administraciones y fortalece la
vocación de servicio público. Los profesionales podrán
acceder a una nueva Administración de Justicia: más
accesible y cercana, pensada para el día a dia. Más rápida,
ya que permite ofrecer respuesta en menor tiempo, así como
más eficaz y profesionalizada, debido a que la
especialización permite la optimización de resultados y la
implicación con el ciudadano. Más segura, porque se
establecen criterios comunes para diferentes procesos. Y más
vanguardista al potenciar el uso tecnológico.
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