La Residencia ‘Santo Ángel’, que construye la Fundación
Gerón, será “pionera y puntera” en cuanto al control de las
personas mayores que residan en ella, según destaca el
aparejador Javier Villa. Contará con avisos a los teléfonos
móviles y alertas sonoras que activen al profesional, además
de detectores de caídas y marcas por colores.
El aparejador Javier Villa explica a EL PUEBLO, en una
visita por las instalaciones de la Residencia ‘Santo Ángel’,
de la Fundación Gerón, que una de las principales ventajas
de este centro será que es “pionero y puntero” en cuanto al
control de las personas mayores. Hay que contemplar a la
hora de proyectar un centro de estas características que las
personas que van a residir en él pueden ser “personas
asistidas o no”, o que incluso “pueden tener alzheimer”. Por
todo ello, este control es una de las prioridades. Así,
contarán con códigos y sistemas de alertas sonoras que
activen al personal cuando determiandos ancianos salgan de
una habitación. Por ello habrá “puestos de control” situados
de manera estratégica.
“En cuanto a nuevas tecnologías se van a incorporar los
últimos avances en domótica [conjunto de sistemas que
automatizan las diferentes instalaciones de una vivienda],
con detectores volumétricos de presencia de caídas, control
de errantes, accesos automatizados para el personal o
telemandos para los encamados”, explican desde la Fundación.
“Se ha dotado de fibra óptica a todo el edificio lo que
permitirá entre otras cosas que los avisos que los
residentes hacen a enfermería se reciban en los terminales
móviles (unas pulseras a modo de reloj) que llevarán los
enfermeros y les permitirá el contacto inmediato con el
residente”, explican también. “Todo quedará registrado”.
Otra de las novedades será la utilización de ‘software’ de
gestión de los cuidados a través de ‘tablets’, que permiten
“seguir al familiar los cuidados desde su domicilio”.
Asimismo, para favorecer la orientación del residente, las
salas estarán marcadas con colores diferenciados.
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