El secretario provincial de la Unión Federal de Policía (UFP),
Fernando Guerrero, hace balance en una entrevista con EL
PUEBLO sobre las jornadas organizadas por el sindicato
denominadas ‘Presente y futuro de Ceuta y Melilla: desafíos
y soluciones’. En primer lugar, Guerrero quiere dar las
gracias al Comité Ejecutivo Federal de la UFP por “darle
importancia a la ciudad de Ceuta”. “Es el único lugar en el
que se ha conseguido que venga el director general de la
Policía” -Ignacio Cosidó. “Hemos recibido numerosas
felicitaciones por ello, y no solamente de personal de los
cuerpos policiales, sino de otros sindicatos, menos del SUP;
también hemos recibido el reconocimiento por el transcurso
de las jornadas”. Guerrero quiere agradecer a los medios de
comunicación por la difusión que se ha dado a estas mesas
redondas, que se inauguraron el pasado martes en uno de los
salones del Hotel Parador La Muralla y que finalizaron el
jueves.
La participación de “distintos colectivos” y agentes
sociales de la ciudad ha permitido que se trate la seguridad
“desde un punto de vista multidisciplinar”, resalta el
secretario provincial, que añade: “Se han escuchado todo
tipo de opiniones sobre la seguridad o la inseguridad”. En
relación al cumplimiento de objetivos, Guerrero es de la
opinión de que se ha cumplido “totalmente” con los
propósitos. En primer término, conocer todas las visiones
posibles acerca de la seguridad y en segundo lugar, que el
director general de la Policía conociera de primera mano las
necesidades del Cuerpo Nacional de Policía en la ciudad,
comenta el secretario provincial. Entre sus conclusiones,
Guerrero considera que “Ceuta en sí es una ciudad segura” ya
que “los delitos que se producen no son más graves de los
que pueden ocurrir en otros lugares”, y buen ejemplo de ello
es que “el destrozo de vehículos en un garaje es una noticia
en portada”. “La inseguridad se crea dependiendo del enfoque
que se dé, pero quiero decir a los ciudadanos que estén
tranquilos porque Ceuta es una ciudad segura”, insiste.
Los vecinos
Sin embargo sí que ha existido, según Guerrero, un “punto de
inflexión” en estos debates: Príncipe Alfonso. “Creo que el
Príncipe crea inseguridad, la cual puede ser concreta para
los vecinos de la barriada y subjetiva para el resto de los
residentes, ya que los hechos delictivos que se están
produciendo en la zona son muy violentos y muy graves, como
puede ser un tiroteo entre bandas”. “Cuando un ciudadano del
centro se siente inseguro por estos hechos, esto supone una
inseguridad subjetiva, algo que no ocurre con el buen
ciudadano del Príncipe, al cual le produce una incertidumbre
real”, comenta. Guerrero habla de que es fundamental
“trabajar en esa inseguridad que genera el Príncipe a los
ciudadanos de bien, que, de los 12.000 habitantes son un
porcentaje muy alto en la barriada”.
Las palabras durante las jornadas de los representantes
vecinales de la asociación de vecinos del Príncipe,
Abdelkamil Mohamed -presidente- y Ahmed Enfeddal
-vicepresidente- dejaron algo sorprendidos a muchos de los
asistentes a las jornadas. En este sentido, el secretario
provincial cree que “las palabras de ambos fueron
desafortunadas”. “Hemos recibido distintas quejas de
compañeros de por qué se les ha invitado a las mesas de
trabajo cuando ya conocemos su opinión y precisamente ha
sido por eso; no hay que dejar de invitar a un colectivo
importante para que muestre su opinión de forma pública”. En
relación a las manifestaciones sobre los apedreamientos,
Guerrero lamenta que el vicepresidente asegurara que se
tiran piedras porque “algo no funciona o algo no va bien”.
“En ningún lugar de España se tiran piedras a la Policía y
en todas las ciudades españolas hay barriadas muy, muy
conflictivas”, asegura. Y es que, este tipo de actos
vandálicos provocan situaciones “de riesgo no sólo para la
Policía, sino también para los bomberos, las ambulancias o
los servicios públicos”.
La presencia policial
Al máximo representante de la UFP en Ceuta le ha dado la
impresión de que el presidente de la asociación de vecinos
“caía” durante las jornadas “en un proceso de victimización”.
Para Guerrero, los representantes vecinales “quisieron ser
políticamente correctos diciendo que quieren que la Policía
esté en la barriada, pero quieren una Policía que no les ‘de
mucho la lata’, que les deje hacer lo que quieran y en el
momento en que se salga de esos cauces, es que se está
haciendo mal”, ironiza.
“Este no es el sistema; la Policía está para garantizar la
seguridad ciudadana”, afirma y añade: “Lo que plantea el
colectivo del Príncipe parece el mundo al revés y quiero
entender que estas manifestaciones no han sido directas y
claras y que no se han expresado bien”.Guerrero también
comenta la frase de Enfeddal acerca de que él pagaba sus
impuestos y por ende, a la Policía, a lo que responde que
“en cualquier administración, los gastos de seguridad son
los más abultados, pero también son los más necesarios”.
“Por sentido común, todos los agentes sociales están en el
proceso de socialización de una persona, y en este sentido,
la asociación del Príncipe es fundamental en esa
colaboración”. “Tienen que ser parte activa en este proceso;
el poder de educación que tiene la asociación es no
solamente hacia los niños y los jóvenes, sino también a las
familias, los padres....”. “Hay que explicar que el deporte
nacional no es tirar piedras, sino que es un hecho
delictivo, un delito de atentado a agentes de la autoridad y
que conlleva penas de prisión”, recuerda. De ahí que el
secretario provincial habla de la “necesidad de iniciar un
proceso de formación y agradecería que la asociación del
Príncipe tomara notas en este asunto”, finaliza.
Por último, Guerrero hace una reflexión: “La solución se
establece en una presencia policial continua en el Príncipe,
pero con matices; tiene que estar consolidada y protegida de
alguna manera por todos los colectivos”. “No consideramos
oportuno enviar todos los días y a todas horas a un grupo de
20 policías, que la iniciativa venga de la Policía y que
cuando se produzca alguna alteración en la zona, los agentes
se queden solos”. “Esto es un problema de todos y tiene
solución; es cierto que la intervención en el Príncipe no es
la misma que en una calle del centro y esto costaría mucho
dinero”. “Debería haber un acuerdo por parte de todas las
instituciones para que, dentro de la legalidad, se diera la
protección oportuna al servicio en el Príncipe, es decir,
que no quede como una iniciativa de la Policía”.
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