ANPE advertía ayer, en una nota de prensa, que la reforma
educativa aprobada el viernes por el Consejo de Ministros
“no apuesta por la enseñanza pública” y apunta que se
precisa “un verdadero diálogo con los representantes de los
docentes”, así como un “mínimo consenso entre las fuerzas
políticas, a través de los Grupos parlamentarios”. En este
sentido, ANPE sostiene que el proyecto de la LOMCE (Ley
Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa) “deja
muchas dudas sobre la situación del profesorado”.
“Además de por el insuficiente calado de las medidas
específicas de mejora de la calidad de la educación, la
redacción actual del proyecto merece nuestra crítica”,
apunta ANPE, desde donde aseguran que siguen “dispuestos a
agotar todas las vías de diálogo y negociación” para
conseguir que el texto que apruebe definitivamente el
Congreso “responda a las necesidades del sistema educativo y
contribuya a mejorar la educación en España y la situación
del profesorado”.
El sindicato explica que el texto del proyecto, pese a
sufrir “algunas modificaciones de última hora recomendadas
por el dictamen del Consejo de Estado”, sigue contando con
“numerosos desajustes que pueden hacer muy difícil su
aplicación”. En esta primera valoración, para ANPE – que ha
defendido, “en todo momento”, la necesidad de una reforma
del sistema educativo, recuerdan- el texto propuesto “no es
la reforma global y profunda que se necesita para acabar con
el fracaso y el alto índice de abandono escolar y para
implicar y motivar al profesorado”. Además, el modo en que
se ha desarrollado el proceso de elaboración de la LOMCE “no
ha permitido la participación e implicación efectiva del
profesorado”.
Los “defectos”
ANPE señala una serie de “defectos” de la LOMCE. “La
insuficiencia y falta de concreción de la memoria económica;
la indefinición entre materias troncales y específicas y la
competencia de las administraciones educativas” están entre
ellos. “La distribución de materias” es otro de estos
problemas, según ANPE, desde donde matizan: “Se mantiene la
posibilidad de que algunos alumnos no cursen determinadas
materias que son fundamentales para el aprendizaje
-Educación Artística, Cultura clásica, Música, Tecnología-
en todo su proceso de escolarización. La LOMCE continúa
relegando las Humanidades”.
Las “evaluaciones externas” es otro “defecto” para ANPE,
desde donde consideran que “deberían ir acompañadas de un
refuerzo de la evaluación continua e interna”. Sobre la
enseñanza del castellano, ANPE “rechaza que la oferta del
castellano se derive hacia los centros privados” y considera
que la lengua común y las lenguas vehiculares “deben
garantizarse en todo el Estado en la enseñanza pública”. “La
autonomía de los centros y la selección de directores” es
otro de los aspectos que señala ANPE, desde donde critican
“el exceso de atribuciones otorgadas al director porque el
proyecto les dota con unas atribuciones que sobrepasan, en
mucho, las requeridas para cumplir con el principio de
autonomía pedagógica y organizativa de los centros”.
ANPE considera que “todas las cuestiones profesionales”
deben salir de la redacción de la ley orgánica e
incorporarse al Estatuto Docente. “No obstante ni el
Estatuto Docente ni la propia Ley pueden fundamentarse sobre
la actual situación de recortes”, matizan.
|