Como este medio informó en el día de ayer, hoy debe
celebrarse la Mesa de Contratación correspondiente a la
licitación del contrato administrativo de “Inserción de las
campañas de publicidad y comunicación institucional de la
Ciudad Autónoma de Ceuta en la prensa escrita”. Un contrato
que, después de 17 años, el consejo de Gobierno aprobó por
unanimidad de los presentes con fecha 20 de septiembre de
2012, con el único objetivo justificar de discriminación que
plantean contra EL PUEBLO a favor de EL FARO.
El Gobierno de Juan Vivas se ha instalado en la falsedad y
en la mentira. Parece que se encuentran cómodos no diciendo
la verdad, y así han actuado en relación a la elaboración de
un Plan de Publicidad y Comunicación institucional, basado
en falsedades y que sirve, a su vez, como base para el
citado contrato.
Así, en el punto 3.5. del citado Plan referido a la
“Ejecución del Plan”, dice: “En cualquier caso, las
necesidades de comunicación y las restricciones
presupuestarias obligan a delimitar el número de medios en
los que se desarrollan las campañas”. La argumentación
continua afirmando que “las restricciones presupuestarias
aplicadas por la Ciudad Autónoma, con una reducción del
presupuesto destinado a la publicidad de en torno un 50%
obligan a limitar el número de medios.” Una “obligación” que
sólo llevan al ámbito de la prensa escrita.
Al aludir al porcentaje de ahorro en estas supuestas
restricciones en publicidad institucional, el Gobierno de la
Ciudad Autónoma de Ceuta lo cifra en el 50%, lo que a simple
vista, podría hasta considerarse justificado sin entrar en
mayores profundidades, pero el caso es que es absolutamente
mentira, ya que con los datos en las manos, las partidas
presupuestarias muestran la evidencia: 1.121.5000 euros para
esta anualidad (2013) cuando, por ejemplo, la del pasado año
fue de 970.000 euros.
Toda la argumentación está basada en un hecho falso, ya que
el presupuesto destinado a la publicidad institucional por
parte de la Ciudad Autónoma de Ceuta, no solo no se ha
reducido para el ejercicio 2013 sino que se ha aumentado,
como se puede comprobar de un estudio de las partidas
presupuestarias destinadas a tal fin en los últimos años (el
cuadro nº1).
La utilización de ésta argumentación falsa, como se que
puede comprobar, solo tiene el objetivo de excluir a uno de
los dos diarios existentes en la ciudad, ya que como expone
seguidamente el citado punto 3.5 del Plan de Publicidad y
Comunicación, “debido al número de necesidades de publicidad
y comunicación y con el fin de dar satisfacción a todas
ellas, se limitará en el ámbito de de la prensa escrita, el
sector de comunicación con unos precios más elevados. Así,
para no multiplicar el coste se circunscribirá a un diario,
ya que lo contrario elevaría el presupuesto de las campañas
hasta más del 56,66 por ciento. Dicho de otro modo, el
presupuesto de este Plan no alcanzaría ni tan siquiera para
abarcar a los dos diarios existentes en este momento en
Ceuta”.
¿De qué estamos hablando? De otro engaño, sencillamente. Con
el único objetivo de excluir a uno de los dos diarios
escritos de la ciudad bajo el peregrino argumento de “no
multiplicar el coste”. La realidad es que la reducción
expuesta en torno un 50% de presupuesto destinado a la
publicidad institucional para el 2013 es ficticia, por lo
que dicho presupuesto alcanzaría para abarcar a los dos
diarios existentes en este momento en Ceuta como ha venido
sucediendo durante los últimos 17 ejercicios.
Es más, del análisis de los datos que aportamos en el cuadro
nº 2, se observa con claridad que, en los últimos años, la
suma de la cantidades recibidas por los dos medios escritos
no supera en ningún caso, el importe anual por el que se
licita ahora el contrato (757.000€ anuales). Es decir, que
lo que antes era distribuido entre los dos medios escritos,
ahora se quiere dirigir a uno solo. Como se puede comprobar,
ni existe restricción ni ahorro ni nada parecido. El único y
verdadero fin de este Plan de publicidad y Comunicación
institucional es justificar, sin argumentos, una acción
claramente discriminatoria referida a uno de los dos medios
escritos, es decir a éste, al El PUEBLO DE CEUTA.
Una vez más, el Gobierno de la Ciudad juega con los datos y
manipula los argumentos a su antojo, obviando lo que le
interesa y tratando de engañar a los ceutíes con una
pretendida argucia de reducción de gastos que no es mas que
un disfraz para camuflar sus caprichos y arbitrariedades. Un
Gobierno que se considera demócrata no puede tutelar el
monopolio y, menos, establecer los mecanismos desde el
ámbito institucional, para cercenar la pluralidad
informativa en una sociedad como la nuestra.
La vuelta a épocas de la censura, del control de los medios,
de la caciquil injerencia en los mismos, resulta bochornosa,
impresentable, impúdica y, desde luego, no parece de
personas decentes, como aquéllos que se las quieren dar como
tales y actúan como verdaderos dictadorzuelos.
Un Gobierno que hace de la injusticia y la discriminación su
bandera, es un Gobierno antidemocrático, caduco, desleal
socialmente hablando y deleznable a nivel moral. Quienes se
comportan con este estilo no merecen regir la gestión
pública a golpe de venganza o de forma caprichosa.
Comportarse sin criterio y lealtad a los principios
constitucionales, merece el rechazo público y notorio, a
todos los niveles.
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