La reforma que Marruecos ha iniciado en la frontera con
Ceuta forma parte del amplio y ambicioso plan ‘Visión 2020’.
Así lo considera el presidente de ADESC, Abdelmalik Mohamed,
quien cifra en unos 15 millones el gasto anual de los
ceutíes al otro lado de la frontera. Con la “agilización” de
este paso, Mohamed estima que ese gasto podría verse
incrementado hasta en un 30%.
Las obras que Marruecos ha emprendido hace una semana en la
frontera con Ceuta forman parte de un plan “mucho más
amplio” que el gobierno marroquí presentó en noviembre de
2011 bajo el nombre de ‘Visión 2020’. Así lo destaca
Abdelmalik Mohamed, presidente de ADESC (Agencia para el
Desarrollo Económico y Social de Ceuta), quien estima entre
13 y 15 millones anuales el gasto de los ceutíes al otro
lado de la frontera. Mohamed considera que estas actuaciones
facilitarán el tránsito fronterizo y, por tanto, esta
relación comercial, que podría verse incrementada hasta “en
un 25 o 30%”. “Estamos seguros de que eso va a duplicar las
visitas de los ceutíes a Marruecos”, afirma.
La reforma del paso fronterizo, cuyo proyecto afirma conocer
el representante de ADESC, va “más allá”, asegura, de las
meras mejoras “físicas”. En un principio, se ha comenzado
por una fase que se espera esté concluida el próximo mes de
junio, de modo que las actuaciones no interfieran en el
desarrollo de la Operación Paso del Estrecho (OPE).
Esta primera parte de las obras, que comenzó hace
aproximadamente una semana, se centra en la zona superior
del paso fronterizo. Para ganar espacio, hasta lograr
habilitar seis carriles en cada uno de los sentidos de
circulación, se llevará a cabo un importante desmonte.
Pero todo esto es algo más de una obra para “mejorar el
aspecto” de la aduana, insiste Mohamed, quien señala que el
proyecto forma parte del Plan Visión 2020. Este programa
persigue, entre otros objetivos, convertir Marruecos en uno
de los 20 principales destinos turísticos del mundo, y por
ello “las puertas de acceso al país son muy importantes”,
pues se trata de “hacerlo atractivo”, señala Mohamed.
El proyecto de la frontera con Ceuta, obra de arquitectos
marroquíes, es según Mohamed, “muy bonito”, “con estilo
árabe” reflejado, por ejemplo, en el empleo de los arcos de
herradura típicos de la arquitectura islámica. Sin embargo,
el proyecto contempla otro tipo de mejoras, que van desde la
“modernización de los sistemas tecnológicos de control”
hasta la adecuación de los espacios en los que desarrollan
su labor los funcionarios de aduanas. Se trata de lograr un
tránsito “más ágil” entre dos vecinos cuya relación es
“necesaria” y rentable para ambas partes, concluye Mohamed.
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