Los turnos de mañana y tarde de la Unidad de Seguridad
Ciudadana se dividen en diferentes servicios y entre los más
destacados se encuentra la custodia de los autobuses
públicos, el decomiso de mercancías tanto perecederas como
textiles y las denuncias por venta ambulante en el Tarajal o
San José, además de controles de velocidad.
Los turnos de mañana y tarde de la Unidad de Seguridad
Ciudadana se dividen en diferentes servicios. Entre ellos,
destaca la custodia de los autobuses públicos, el decomiso
de mercancías tanto perecederas como textiles, el control
del centro de menores del albergue de San José, el corte al
tráfico rodado en el Biutz o los controles de velocidad a
través de radar.
Los agentes del Grupo IV explican a EL PUEBLO alguna de sus
vivencias en la frontera del Tarajal. Durante las tardes, se
encargan de controlar la situación en las naves y en la
entrada de peatones. En el paso fronterizo se registran “un
gran número de incautaciones, tanto de material textil, como
ropa y zapatos, como de alimentos perecederos”. Sobre todo,
fruta, verdura y pescado, explica un agente a pie de una
montaña de zapatos que el equipo acaba de requisar. “Si la
mercancía se puede utilizar, la Policía se encarga de avisar
a las instituciones humanitarias para que se la lleven”,
continúa el agente, aunque “previo” análisis por parte del
veterinario municipal. “En cuanto a los moluscos que se
incautan, se destruyen directamente para evitar problemas”,
resalta. Los policías calculan que se retiran de la
circulación una media de entre 500 kilogramos y una tonelada
de este tipo de mercancía. Pero no sólo en el Tarajal, sino
que también trabajan para evitar la venta ambulante por las
mañanas en el mercado de San José. El perfil mayoritario de
personas que suelen realizar este tipo de ventas ilegales es
de mujeres marroquíes.
Autobuses
Otra de las actuaciones que se ponen en marcha por la mañana
es el corte del Biutz al tráfico de vehículos para evitar
aglomeraciones. Desde las 10.15 horas hasta las 14.00 horas.
“Cortamos en la parte de arriba para que no pasen los
vehículos”, destacan.
Por otro lado, y a la salida de los colegios, diferentes
equipos se trasladan a controlar las puertas de los centros
para evitar incidentes.
Además, los agentes llevan a cabo un servicio especial de
acompañamiento del autobús que cubre la línea desde el
Instituto Siete Colinas hasta la barriada del Príncipe. No
es esta la única intervención que realizan con el transporte
público, sino que dos zetas, uno en Juan Carlos I y otro en
el Príncipe Alfonso, se encargan de evitar que se produzcan
apedreamientos. En este sentido, un agente muestra a EL
PUEBLO el muro, junto al colegio Reina Sofía, desde donde se
tiraban las piedras. “Hay que agradecer que se haya tapado
el agujero del muro para evitar que se sigan produciendo
este tipo de sucesos”, destacan.
Exceso de velocidad
El radar es otro de los servicios que se realizan. El agente
encargado de poner las multas explica que cada agente
dispone de una aplicación de móvil para poder conocer “de
primera mano” el reglamento y las multas o sanciones que
deben imponerse en cada situación. “Es mucho más sencillo
que llevar el libro, y más cómodo”. En 20 minutos de control
de velocidad, el agente ‘pilló’ a seis vehículos que
superaron el límite, de más de 40 kilómetros por hora, en
una zona de la ciudad. “Normalmente las multas no suelen ser
de más de 100 euros”, asegura. Los controles se hacen tres
veces por la mañana y tres por la tarde, como mínimo.
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