La Unidad de Seguridad Ciudadana de la Policía Local está
formada por cinco grupos que se reparten en turno americano
de lunes a domingo durante mañana, tarde y noche. EL PUEBLO
ha acompañado al Grupo IV de esta unidad en los diferentes
servicios que cubren en cada turno. Un total de 14 policías
repartidos en ocho zetas. Además, un miembro del área de
Mantenimiento de la Ciudad se encarga de preparar todo el
material que los policías necesiten, por ejemplo, para poner
en marcha un control. Entre las actuaciones registradas la
noche del viernes 8 se encuentra una denuncia por consumo de
sustancia estupefaciente.
La Unidad de Seguridad Ciudadana de la Policía Local está
formada por cinco grupos que se reparten en turno americano
de lunes a domingo durante la mañana, la tarde y la noche.
EL PUEBLO ha acompañado al Grupo IV de esta Unidad en cada
uno de estos turnos. Un total de 14 policías repartidos en
ocho vehículos y dirigidos por un inspector, patrullan la
ciudad las 24 horas del día. Además, cada grupo está
acompañado de un miembro del personal de Mantenimiento de la
Ciudad, que se encarga de preparar todo el material cuando
los agentes ponen en marcha un control.
El Grupo IV pasó la noche del pasado viernes 8
“relativamente tranquila”. Los fines de semana, los policías
pertenecientes a Seguridad Ciudadana se encargan de vigilar
y controlar las zonas en las que se producen los botellones
y también denuncian si se sobrepasa el ruido permitido.
Uno de los vehículos que acompaña todas las noches a los
zetas, conducido “siempre” por el mismo policía -uno en cada
Grupo-, dispone de sonómetro, radar, metrología y test de
alcoholemia.
Durante las noches se llevan a cabo controles de
documentación, como es el caso de la calle Victori Goñalons,
donde los agentes, después de llevar a cabo diversos cursos
de formación, usan la técnica de la “jaula”, que consiste en
que uno de los tres vehículos zeta se coloque de frente y el
agente detrás para indicar a los conductores la entrada en
la parte del control. “Así se evita que algún conductor
despistado atropelle al agente, le protege el coche”,
explica uno de los policías. En 20 minutos de control se
realizó una denuncia a un coche que no tenía la ITV en
regla.
Por otra parte, los policías, que se encuentran apostados
por la noche en diferentes ‘puntos calientes’ de la ciudad,
consiguieron denunciar a un conductor por consumo de
sustancias estupefacientes en la barriada de Juan Carlos I.
Sobre la medianoche, EL PUEBLO se trasladó junto a los
agentes hasta el albergue de San José-Hadú, donde residen
los Menores Extranjeros No Acompañados. Y es que, hasta que
no se construya un muro para evitar “huídas” de los MENA,
una pareja de agentes controla la zona, “día y noche”. La
desaladora es otro de los lugares que se ha convertido en
punto de control de los agentes.
En la zona de San José-Hadú, los policías llevan a cabo,
también por las noches, labores de custodia y vigilancia a
los camiones de la empresa de limpieza. Y es que, cuentan
como anécdota que “hace años” un empleado de limpieza
solicitó a alguno de los residentes de la zona que
depositaran las basuras en el contenedor habilitado. “Al
final lo tiraron dentro del contenedor y se pidió a la
Policía Local que controlara, en el caso de que fuera
necesario, los trabajos en este lugar por las noches”,
comenta otro agente.
Sobre la una de la madrugada se recibió aviso del Servicio
de Emergencias 112 por ruido en el local de la barriada de
O´Donnell. Hasta el lugar acudieron dos zetas pero no se
emitió denuncia al considerar que ya no se produciría más
ruido. “El hombre estaba recogiendo el local”, explican
mientras bajan por las escaleras.
La noche de EL PUEBLO con los agentes finalizó con la
comprobación de que en varias zonas de la ciudad, como es el
caso de la cuesta de Caballería o la avenida de África, el
sistema TETRA, a pesar de la inversión que se iba a realizar
de 150.000 euros, continúa dando problemas de cobertura,
algo que puede provocar “mucha desconexión” en el caso, por
ejemplo, de una persecución. Algunos policías también
bromean y muestran grandes bolsas y mochilas en las que
recogen “todo lo necesario para el servicio; las compramos
nosotros”, comentan. El último de los problemas técnicos fue
en un vehículo. La grúa de Amgevicesa se llevó un zeta que
se encontraba de servicio en la zona de Juan Carlos I. A
pesar de todo, el equipo del Grupo IV no pierde su
profesionalidad, y tampoco la sonrisa.
|