La Autoridad Portuaria, antes de decidirse por el actual
contrato de gestión de residuos, dio a elegir a los
empresarios entre un servicio mancomunado de limpieza o que
cada empresa eligiese su opción en base a lo que más les
conveniera, según explican desde el departamento de Medio
Ambiente de la Autoridad Portuaria. En este último caso, que
es por el que finalmente se decantó el Puerto, las empresas
concesionarias podían contratar al servicio de recogida de
basuras que eligiesen, fuese ‘Limpiasol’, que es la empresa
que tenía el Puerto previamente, u otro.
Esta situación surgió en 2010, y en 2011 salió refundida la
ley de Puertos, que establecía que las competencias
específicas de la Autoridad Portuaria comprendían sólo “la
limpieza de los viales” y excluía “la relativa a los
residuos de empresas concesionarias de la actividad”.
Por otro lado influyó, según destacan desde este mismo
departamento, la Ley de Residuos, que apuntaba que cada
empresa debía contemplar la gestión de basuras, incluyendo
la apuesta medioambiental por el reciclaje.
“Por otra parte -añaden desde la Autoridad Portuaria-, la
ordenanza municipal establece la recogida en servicios
municipales, que también lo señalaba la ley de residuos de
2011”. En este sentido destacan que cuando surgió dicha
normativa, el Puerto no llegó a un acuerdo con la Ciudad
Autónoma. “El puerto está desarrollando una ordenanza de
limpieza que va más allá del simple control que tenía hasta
ahora el reglamento de servicios, y cuando la tengamos
aprobada saldrá publicada en el BOCCE y recogerá la realidad
de Ceuta”, explican.
Mayor reciclaje
La Autoridad Portuaria destaca, además, que gracias a este
nuevo modelo de gestión de residuos se ha conseguido
aumentar el reciclaje. El Puerto ha retirado los
contenedores destinados a basura orgánica, pero ha mantenido
contenedores dedicados en exclusiva para los papeles y
cartones y para los plásticos. Se trata de ‘puntos limpios’
gratuitos facilitados por el Puerto a través de Ecoceuta.
“Es una conveniencia que ha venido bien a todos porque se
recicla a coste cero y se da una opción”, apuntan desde el
Puerto.
Esta situación ha desembocado en que las empresas, con la
intención de tener menos basuras, reciclen sus residuos y
separen los restos orgánicos, que ellos deben gestionar, de
los residuos que el Puerto recicla. “Esta política obliga a
las empresas a gestionar mejor sus residuos para llevar al
vertedero lo mínimo”.
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