La Biblioteca Pública del Estado (BPE) en Ceuta podría
abrirse al público el próximo mes de junio, según los
cálculos de la consejera de Cultura, Mabel Deu. La obra está
casi terminada y se espera poder recepcionarla este mismo
mes. Entre tanto, la Ciudad ha exhumado ya los restos
arqueológicos de Huerta Rufino (s. XIV) que se mostrarán en
su interior y esta misma semana prevé comenzar los trabajos
de consolidación. La obra de construcción, así como el
equipamiento de la Biblioteca y el proyecto del museo corren
por cuenta del Ministerio, mientras la Ciudad sufragará la
adecuación del yacimiento y se hará cargo de la gestión.
Junio es la fecha que la consejera de Cultura, Mabel Deu, se
marca para la puesta en marcha de la biblioteca construida
en el Recinto Sur, lo que supondrá la incorporación de la
ciudad a la lista de las hasta ahora 52 Bibliotecas Públicas
del Estado (BPE). Tal como explicó a EL PUEBLO la arquitecto
Ángela García de Paredes, del estudio que ha diseñado el
edificio, Paredes Pedrosa Arquitectos, las obras están casi
terminadas y de hecho se espera ya su recepción. Por otra
parte, y tal como señaló García de Paredes, el equipamiento
(muebles y medios informáticos) se encuentra ya en Ceuta. Lo
único que resta por completar es el acondicionamiento de los
vestigios arqueológicos que se han integrado en el edificio
(viviendas del siglo XIV). La consolidación y restauración,
comienza ahora y el mismo estudio de arquitectura se ha
encargado de la redacción del proyecto museístico.
Con todo, la responsable de la Consejería de Educación,
Cultura y Mujer, Mabel Deu, calcula que en verano la
biblioteca podrá abrir sus puertas al público. Deu agradece
el “interés” demostrado en el proyecto por parte del
Ministerio de Cultura, en concreto, de su Gerencia de
Infraestructuras, que ha invertido 8 millones de euros en su
construcción y que sufraga también el equipamiento y el
proyecto de ‘museización’ del Yacimiento de Huerta Rufino.
Gestión de la Ciudad
Una vez que se recepcionen las obras, algo que Deu calcula
también podría producirse este mismo mes, comenzaría el
proceso para convocar un concurso de traslados con el fin de
dotar a la nueva Biblioteca del personal necesario para su
funcionamiento. Según el convenio con el Ministerio de
Cultura, será la Ciudad Autónoma la que se haga cargo de la
gestión de este nuevo equipamiento.
En lo que respecta a los fondos bibliográficos con que
contará la biblioteca Deu señaló que serán propios, pero que
contarán también con la aportación del Estado.
Las obras de la biblioteca estatal de Ceuta se adjudicaron a
la constructora Acciona Infraestructuras en septiembre de
2009, pero permanecieron un tiempo paralizadas al aparecer,
según argumentó entonces el Gobierno central, al hallarse
“nuevos” restos arqueológicos durante la excavación para los
cimientos. El modificado que fue necesario proyectar tuvo un
coste de 1,1 millones de euros y supuso, tal como explicó en
su momento la arquitecta, reducir el número de pilares del
edificio de los 21 inicialmente previstos a 7, de modo que
fuera posible respetar e integrar, como desde un primer
momento se acordó entre el Ministerio de Cultura y la
Ciudad, los restos históricos en el interior del edificio.
El retraso que ello supuso fue de 5 meses sobre el plazo del
proyecto de ejecución, que era de 24.
En el interior del edificio impresiona la gran ‘luz’
(espacio entre pilares) que se ha obtenido, mediante la
construcción de una losa de hormigón especial. Sobre siete
columnas se ha construido un forjado con un canto de 0,70
centímetros (más del doble de la anchura normal). La calidad
del hormigón también es superior al estándar, pues el
forjado tiene una superficie de unos 600 metros cuadrados.
Una de las particularidades del diseño interior es que este
forjado está revestido en su parte inferior (el techo) con
placas de chapa triangulares que se han pintado. Los pilares
están revestidos en madera y otra de las características más
llamativas del edificio de ‘Paredes Pedrosa Arquitectos’ son
también los grandes ventanales de la fachada principal, que
da a la calle Manuel Olivencia Amor.
En lo que respecta a los exteriores, destaca el hecho de que
todas las ventanas son diferentes y la presencia de 12
‘bocinas’ o salientes de hormigón. La fachada, también de
hormigón, se ha pintado, aunque desde la constructora
subrayaban el “esmero” con el que se ha unificado el color.
Las ventanas del edificio se cubren con una celosía metálica
que “tamiza” la luz.
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