La noticia me ha llegado a las nueve de la noche por una
llamada telefónica, me ha cogido de sorpresa, desconocia que
estuviese enfermo. Vienen a mi memoria diferentes momentos
vividos con él: cuando mi tio Frutos estuvo hospitalizado,
varias veces, él siempre estuvo ahí para hacerle un rato de
compañía y preocuparse por su estado de salud.
La noche en que mi madre fue hospitalizada, por primera vez
en más de cuarenta años (no conocia el antiguo hospital ni
tenía ficha) el doctor Abdelkrim estaba de guardia, como
casi siempre, se preocupo enseguida de prescribirle pruebas
para diagnosticar a que era debida la infección que le
habian detectado en urgencias, un par de años después fue él
quien nos volvio a recibir en planta, quien le prescribió
distintas pruebas que detectaron una neumonía, las veces que
vino esa noche a la habitación para comprobar su estado
fueron incontables.
Más de una vez he ido con alguna amiga a su consulta y
siempre se preocupó, con gran celo, de cualquier persona que
acudia a ella. Hace poco más de un año falleció mi marido y
nunca le podremos agradecer su humanidad y desvelos durante
la semana que estuvo hospitalizado.
Se ha ido un gran profesional, pero sobre todo una gran
persona que ha dedicado su vida a la medicina y a sus
pacientes.
Descanse en paz
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