Respecto de la Seguridad Pública, competencia “exclusiva” de
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el delegado
del Gobierno reconoció ayer durante la alocución que dirigió
a compañeros y simpatizantes del PP en su sede, que sin que
nadie “deba echar balones fuera”, también depende “de la
eficacia de la policía, del funcionamiento del Poder
Judicial, de las políticas estatales y de las condiciones
sociales”.
Respecto de los agentes del orden en concreto, el delegado
apuntó, “tal como expone el espíritu de la Ley”, que los
policías “materializan el eje de un difícil equilibrio, de
pesos y contrapesos, facultades y obligaciones, ya que deben
proteger la vida y la integridad de las personas, pero
vienen obligados a usar armas; deben tratar correcta y
esmeradamente a los miembros de la comunidad, pero han de
actuar con energía y decisión cuando las circunstancias lo
requieran, y la balanza capaz de lograr ese equilibrio,
entre tales fuerzas contrapuestas, no puede ser otra que la
exigencia de una actividad de formación y perfeccionamiento
permanentes”.
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