Las Comunidades de Vecinos de nuestra ciudad han
reaccionado rápido para salvaguardar su propia seguridad en
los edificios con plantas de garaje. Y han sido varias las
que se han puesto en contacto, en las últimas horas, con las
empresas especializadas para que les entreguen los
correspondientes presupuestos para la instalación de video
cámaras de vigilancia. Algo comienza a moverse.
Un viejo refrán español dice que “la necesidad obliga” y así
lo han debido de pensar todos aquéllos residentes en
Comunidad de Vecinos donde hay varias plantas de garaje y
que, a tenor de lo ocurrido la semana que ha finalizado, en
el edificio de la calle Linares, han optado por movilizarse
para solicitar presupuestos de cara a la instalación de un
dispositivo de cámaras de vigilancia que proteja sus
propiedades, en este caso, automovilísticas.
Los expertos en este tipo de actuaciones para preservar la
seguridad, ya vienen advirtiendo que estos hecho no son
aislados y que son consecuencia de la delincuencia que,
aprovechando esta época de crisis, accede a los garajes por
el descuido de los propietarios o usuarios de los mismos al
no esperar el cierre de la puerta cuando salen o entran,
como ya ha quedado demostrado en las recomendaciones que se
han instalado en algunas puertas de garaje, o al acceso
clandestino por alguna otra zona de acceso a las plazas de
garaje que, sin cámaras de videovigilancia, permiten
actuaciones delictivas impunes a quienes se prodigan en
estas actuaciones a las que se quiere poner coto. Por ello,
han sido varias Comunidades de Vecinos, tanto del centro de
la ciudad como de alguna zona de barriadas, quienes se han
interesado por la instalación de videocámaras para sentirse
seguros.
Otro hecho que ha originado el incendio del garaje en calle
Linares es que también se han activado en varias Comunidades
de Vecinos la revisión del sistema de alarmas contra
incendios que, habitualmente es anual, pero que en algunos
casos, para su puesta a punto sea más eficaz, se hace
trimestralmente.
Toda esta situación ha llevado a una conclusión a las
empresas especializadas, la conciencia que se ha creado de
que es necesario y obligado, preocuparse por las medidas de
seguridad más allá de un mero formulismo o una simple
rutina. Los hechos están demostrando que cada vez hay que
ser mucho más exigente en este ámbito y poner en marcha los
dispositivos necesarios para que el factor sorpresa, en
hechos de estas características, no se produzcan, así como
delimitar al máximo la presunta intervención delictiva de
quienes acceden con aviesas intenciones a lugares ocultos
como las plantas de garaje. Con la video vigilancia, la
situación cambia sensiblemente y la identificación de los
malhechores se hace más fácil.
Este operativo de grabaciones constituye una ayuda
inestimable para los agentes policiales que, junto a la
recogida de huellas por parte de la policia científica, se
une la grabación por la que se visualiza a quienes “actuan”
en estos recónditos lugares oscuros..
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La instalación de estos dispositivos de seguridad se hacen
en una semana
Las empresas que a partir de la
próxima semana pasarán sus presupuestos para la instalación
de dispositivos de seguridad en garajes, informan a este
periódico que la instalación de todo este operativo se puede
desarrollar durante una semana. Las grabaciones, pese a que
la normativa no permite hacerlo más allá de los quince días,
cuentan con una capacidad para hacerlo de tres o cuatro
meses. El mecanismo, al llegar al día decimoquinto, hace que
la grabación comience a borrar el primer día más antiguo y
así sucesivamente, conforme va avanzando la grabación. Se ha
detectado en los últimos días una verdadera “fiebre” de
demanda de presupuestos para instalación de cámaras de
vigilancia, algo que no sucedía con anterioridad, cuando se
veían estas precauciones como algo un tanto de lujo y no de
efectividad para proteger propiedades. Una dinámica que ya
se ha hecho extensiva a numerosos edificios de nuestra
ciudad.
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