Casi un centenar de familias tuvieron que ser evacuadas
ayer de sus viviendas tras el incendio, presuntamente
provocado, en un vehículo que se encontraba en el interior
del garaje del edificio Artemisa ubicado en la calle
Linares. Los vecinos no podía ocultar su indignación por
este suceso, que aunque puntual, según destacaban, podría
haber provocado un suceso más grave del que final fue ya que
no hay que lamentar víctimas y tan sólo daños materiales. A
este respecto, algunos vecinos trasladaban a EL PUEBLO los
momentos de angustia vividos durante el desalojo de sus
viviendas hasta que finalmente fueron informados de lo que
ocurría.
Los vecinos del edificio Artemisa, ubicado en la calle
Linares, vivieron con cierta angustia el desalojo de sus
viviedas debido al incendio, presuntamente provocado, que se
produjo en una de las plantas del garaje del edificio.
Tal y como relataban a EL PUEBLO, horas más tarde del
suceso, cuando se acercaban hasta el garaje para comprobar
el estado de sus vehículos, pasaban unos minutos de las seis
de la mañana cuando comenzaron a sonar los porteros
automáticos y los timbres de las puertas para que de forma
ordenada se fuera desalojando el edificio por el incendio
que se estaba produciendo en el garaje.
Esther Doncel, una de las afectadas, reconocía que se viven
momentos de angustia, ya que a esas horas, prácticamente
todo el mundo está dormida y el sobresalto y la
desorientación inicial te lleva a vivir con inquietud todo
el suceso hasta que comienzan a dar.
“Al parecer han intentado robar un coche y la suerte ha sido
que los supuestos ladrones, al intentar sustraer el vehículo
lo han sacado de la plaza de garaje que ocupaba y finalmente
al no poder llevárselo, en un pequeño rellano le prendieron
fuego, pero separado del resto de vehículos, ya que de lo
contrario, nos han asegurado que hubieran prendido más de un
coche y el suceso hubiera sido mucho más grave”, indicaba
Esther Doncel. ya más calmada después del sobresalto.
Emilio, otro de los vecinos coincidía en la sensación de
angustia vivida, ya que “a esas horas nos han llamado por el
telefonillo y nos han dicho que abandonáramos el edificio
que había fuego. En ese instante uno sale corriendo con la
familia sin saber donde es el fuego y las dimensiones del
mismo, así que esos primeros instantes siempre son
preocupantes y los más angustiosos”. Además este vecino
destacaba sobre todo las caras de los más pequeños, que pese
a estar junto a sus padres, no podían ocultar en sus ojos el
miedo de lo que estaba ocurriendo.
Sobre las hipótesis que los propios vecinos barajaban una
vez sofocado el incendio, se piensa que posiblemente por una
puerta mal cerrada de algún portón de los tres bloques de
edificios, o bien un vecino que entrara con su vehículo sin
esperar que se cerrara la puerta del garaje, ha podido
facilitar la entrada a estos “maleantes” que inicialmente,
según las primeras investigaciones iban a robar en los
coches, ya que se numerosos vehículos presentaban los
cristales rotos. A lo largo de la mañana, los vecinos, una
vez sofocado el incendio y tras la investigación de lo
sucedido por parte de los agentes de la Policía Científica,
fueron acercándose hasta el lugar de los hechos para
comprobar el estado de sus vehículos.
Tras lo sucedido, los vecinos del edificio Artemisa
recordaban cómo el pasado año también se produjo un intento
de robo en un trastero del garaje al que finalmente también
se le prendió fuego y también se vivieron momentos de
tensión.
Pese a la magnitud del suceso y a que el pasado año también
se produjo un altercado parecido, los vecinos coinciden en
afirmar que la zona es bastante tranquila y segura,
catalogando lo sucedido como un hecho puntual que esperan no
se vuelva a repetir, ya que “son intentos de robos que
finalamente no fructifican y lo que hacen es incendiar
simplemente para fastidiar y hacer daño”.
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