Los últimos sucesos registrados en nuestra ciudad con una
variada gama de incidencias de índole delictivo nos lleva a
la reflexión. No puede continuar más esta dinámica de
altercados que ni son aislados ni fortuitos. Parece que
alguien pretende sembrar el caos en la ciudad con
intervenciones al margen de la ley.
El incendio en los garajes de un edificio en la calle
Linares, el asalto a una vivienda en la falda del Monte
Hacho con sus ocupantes en el interior, el coche incendiado
en la calle Goya de la barriada del Morro, los vehículos
robados en la Cortadura del Valle, el robo de una
motocicleta en el Edificio Baeza, el apedramiento continuo
de los autobuses, la quema de multitud de contenedores, son
sucesos que no hacen más que marcar una dinámica desastrosa
sin solución de continuidad a la que se requiere poner fin.
No estamos hablando ya de prevenir el delito, cuestión
igualmente necesaria y de obligado cumplimiento para
mantener la seguridad ciudadana. En este caso, también nos
referimos a que no se producen detenciones. Ya no estamos
hablando sólo de tiroteos en el Príncipe o de ajustes de
cuentan. Aludimos a comportamientos delictivos en distintos
puntos de la ciudad, como si la Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado no tuvieran capacidad de reacción para
atajar esta vorágine de despropósitos.
Hechos que han sucedido antes con otros delegados del
Gobierno y otros jefes superiores de Policía, por lo que
parece que habrá que empezar a mirar hacia otras direcciones
. Si algunos vecinos conocen que en la zona de Plaza de
Maestranza y a espaldas de Patio Páramo, así como en las
inmediaciones del antiguo hospital de la Cruz Roja
acostumbran a merodear ciertos grupos de individuos ilegales
¿cómo la policía no tiene controlado este sector donde,
curiosamente viven un alto porcentaje de policías locales,
nacionales y guardias civiles en el Edificio de Residencial
Larios en la mísmisima Plaza de Maestranza? Es que ahora se
producen los altercados a las mismas puertas en donde viven
los agentes del orden ¿Recuerdan que también en el garaje
del Edificio Larios se produjo un incendio hace un año en el
coche de un policía?
El riesgo a la integridad de las personas se está
produciendo sin que sepamos haya actuaciones contundentes,
ágiles y, sobre todo, prácticas. No se producen detenciones
y cuando las hay, los delincuentes quedan en libertad a las
pocas horas. El vecindario tiene la sensación de que no se
actúa como se debiera, que es preciso emplearse a fondo.
Horas antes del incendio del contenedor de basura en Plaza
de Maestranza, un vecino vio a un grupo de diez ilegales
merodeando en grupo en la zona.Después vino el incendio. ¿Y
la Policía dónde está? Se requiere identificar a quienes
merodean por los lugares indicados y en principio pueden ser
sospechosos de actuaciones delictivas. No cabe otra que
redoblar esfuerzos en mantener la seguridad y el orden. No
es de recibo que las incidencias reiteradas en este sentido
se repitan y prolonguen en el tiempo. El Delegado del
Gobierno ha de exigir responsabilidades a quien o quienes
corresponda para restablecer una situación de normalidad
que, hoy por hoy, no se está dando. Alguien habrá de coger
el toro por los cuernos y acometer una actuación diligente y
eficaz.
Los incendios, robos, intimidaciones y demás conductas
desestabilizadoras han de acabar. Hay que exigir que la
responsabilidad de cada estamento se lleve hasta sus últimas
consecuencias. ¿O tendremos que esperar a que suceda alguna
desgracia?
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