“No hay muchos cambios más respecto al contrato anterior,
aunque sí se van a exigir una serie de cuestiones técnicas”,
destacó el consejero de Medio Ambiente, Servicios
Comunitarios y Barriadas, Gregorio García Castañeda. En este
sentido, se refirió a que en el pliego de condiciones viene
recogida la necesidad de que, “con toda probabilidad deba
haber una máquina de prensado de forma permanente”, además
de “diferentes estanterías para ir almacenando los restos de
vehículos”. El propósito es que “a medida que se vayan
descontaminando los vehículos se vayan prensando de forma
inmediata”, con lo que se intentará que “no haya
acumulaciones de coches en el patio de la planta de
descontaminación”.
García Castañeda también resaltó que será necesario que la
nueva concesionaria cuente con una grúa o un camión pluma a
“disposición de la Ciudad”, para que “en un momento
determinado se produjera la orden de la Consejería de
Presidencia y Gobernación, esta grúa trasladaría los
vehículos desde el depósito de Benzú hasta la planta”. Es
decir, la nueva concesionaria va a tener “la obligación de
retirar los coches que ya están preparados para darlos de
baja”, aunque también puede participar, si la consejería lo
considera oportuno, de retirar los vehículos abandonados en
la vía pública que estén en peores condiciones.
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