En la segunda jornada del juicio por el tiroteo al
hermano del ‘Vasco’, un testigo dio un vuelco al caso al
introducir a un motorista con el rostro oculto bajo un casco
integral como el presunto autor de los disparos. Esta
versión fue defendida por el propio ‘Vasco’ a un medio de
comunicación tras los hechos, aunque ayer negó haber
realizado las declaraciones delante de la periodista que
publicó la información.
El juicio contra Abdelkader A.A. y Hanuar M.A. como
presuntos autores de un delito de homicidio en grado de
tentativa por el tiroteo que sufrió el hermano del ‘Vasco’
en 2009 dio ayer un vuelco con la declaración de la única
persona que dice ser testigo de los hechos. Y es que,
mientras que la teoría que sostiene la víctima sitúa a los
dos imputados en un Twingo conducido por Abdelkader del que
Hanuar se bajó para entrar a la tienda que regentaba y
dispararle, el testigo asegura haber visto a un motorista
que aparcó en la puerta del local para perpetrar el tiroteo
en su interior.
En la segunda jornada del juicio que se desarrolla en la
Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, el
testigo explicó que estaba sentado en la esquina del
callejón de la calle Sur que da a San Daniel cuando vio que
se acercaba una Yamaha negra sin matrícula a la tienda del
hermano del ‘Vasco’. “El motorista aparcó, entró en la
tienda, escuché 4 o 5 disparos y después socorrí a la
víctima”, aseguró R.A.H., que especificó como el presunto
autor de los hechos llevaba un casco integral, pantalón
corto verde, tenis y una chaqueta atada a la cintura. El
testigo fue la primera persona que entró en la tienda tras
el tiroteo y, según contó, Abdelmalik se encontraba caído
sobre el lateral del mostrador y con las piernas contra la
estantería que tenía detrás. Estaba semiconsciente. Con la
ayuda de una segunda persona, el testigo tendió a la víctima
sobre el suelo e intentó moverlo, pero no podían. Sólo
lograron arrastrarlo un poco hasta que llegó una tercera
persona, que el lunes testificó, y que fue uno de los dos
hombres que trasladó a la víctima al Hospital Universitario.
Amenazas en los pasillos
Tanto la fiscal como la abogada de la acusación cuestionaron
por qué el testigo no había contado esta versión hasta el
mes de noviembre 2010, cuando acudió a la Comisaría de
Policía Nacional a declarar. “Yo no quería problemas”,
aseguró en varias ocasiones este hombre que denunció ante el
tribunal, presidido por Jesús Carlos Bastardés, las amenazas
que en el momento de entrar a declarar había recibido por
parte de la familia del herido en los pasillos de los
juzgados. Lo que le hizo cambiar de opinión y acudir a
testificar, según explicó fue una conversación con el hombre
que le ayudó a socorrer al herido, que además era auxiliar
de Policía Local, y que le aseguró que no le pasaría nada
por ir a declarar, aunque tuvo problemas ya que en el
juzgado no le tomaron declaración por estar cerrada la
instrucción.
La versión del motorista también se reprodujo en los medios
de comunicación con declaraciones del ‘Vasco’. El lunes la
directora del medio que publicó que un motorista con
silenciador era el autor del disparo, acudió como testigo
para asegurar que el ‘Vasco’ le había dado la información.
Sin embargo, ayer el hermano de la víctima aseguró no saber
nada y no haber hecho dicho eso. Ambos protagonizaron un
careo que el tribunal solicitó para aclarar la veracidad de
esta prueba.
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Las coartadas de los dos imputados, ratificadas por testigos
Varios testigos declararon ayer
para ratificar las coartadas de los dos imputados. Por parte
de Abdelkader testificaron tres amigos que confirmaron que
se encontraban con él en la playa de Benítez el día de los
hechos. Los tres explicaron que se encontraban acampados en
la zona desde hacía semanas y que todos los días recogían a
su amigo para que se distrajera en la playa. Los testigos
aseguraron que Abdelkader no conducía y que su coche, un
Honda Civic, lo llevaba uno de ellos. Sobre el Twingo, la
propietaria del vehículo explicó que se lo dejó alguna vez
al imputado porque era automático y le facilitaba la
conducción ya que el acusado tiene reducida la movilidad,
pero solo entre semana, porque los fines de semana lo
utilizaba para ir a trabajar. Otro testigo, conocido de
Hanuar, ratificó que este se encontraba en el Tarajal el día
de los hechos participando en una pinchitada que había
realizado el declarante con su familia.
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