El próximo sábado, la Escuela de Negocios del
Mediterráneo, donde una veintena de alumnos viene
desarrollando un Máster promovido por Procesa y
subvencionado por el Fondo Social Europeo, llevará a su aula
a las Familias de los participantes en este programa de
postgraduado en el que se forman a empresarios y
emprendedores, sobre las técnicas a aplicar en sus negocios.
El director académico del Máster, Arjan Sundardas, ha
envíado invitación a los familiares sobre este proyecto,
junto al “dossier” necesario para desarrollarlo y así ser
útil la sesión en la que los familiares experimentarán la
experiencia de los alumnos en la Escuela de Negocios del
Mediterráneo, tras la visita a las instalaciones en el
Baluarte de San Pablo.
La introducción al denominado “Método del Caso”, supone la
descripción de una situación normalmente real, que ha
ocurrido en una empresa concreta en un momento determinado
del tiempo. Como tal descripción contiene una información
(estructural, financiera, económica, humana, comercial) que
se transmite. Dicha información puede ser relevante o no a
los efectos que se plantean en el caso o para el objetivo
didáctico que pretende el profesor que va a hacer uso de la
misma. De hecho es importante destacar que la cualidad
pedagógica del caso no reside en la información que
contiene. Además, los casos que se plantean no suelen ser
una muestra de una buena o mala gestión de una empresa, sino
que ilustran el proceso de toma de decisiones ocurrido en el
momento y empresas descritos. Por norma general, el caso
contiene más de un problema y es tarea del alumno, tanto
detectarlos como priorizarlos en base a su importancia
relativa.
En resmen, se podría afirmar que el método del caso es una
“fotografía” de la empresa o de una serie de asuntos que
afectan a ésta en su totalidad o en parte de ella y que
configuran las preocupación de sus directivos o del
directivo al que se refiere el caso.
Obviamente, al igual que ocurre en la vida real, en el
Método del Caso no existe una única solución válida y de
hecho el alumno no será evaluado por acertar en la solución
que adoptó la empresa en el momento descrito, sino por el
uso de las herramientas descritas complementariamente en el
curso, así como por la consistencia de las propuestas. Esta
fórmula del Método del Caso fue desarrollado por la Harvard
Business School a mediados del siglo XX como una fórmula
efectiva para poder analizar en las clases con directivos
situaciones de negocio de empresas reales o ficticias, y
poder “calzarse” en los zapatos de un determinado directivo
de una empresa que se encuentra en problemas o ante la toma
de una decisión importante. Así, mediante un aprendizaje
práctico, se pueden asimilar de forma más efectiva los
conceptos de gestión empresarial.
En cuanto a las ventajas e inconvenientes de este sistema,
hay que aludir en el plano positivo de la metodología
aplicada los siguientes conceptos: desarrolla la capacidad
de síntesis, fundamental para el ejercicio de cargos
directivos. Ante la cantidad de hechos descritos e
información transmitida, han de detectarse los que sean
relevantes y separarlos de los que sean superfluos. Por
ello, es necesario ordenar mentalmente la información
recibida para emitir un diagnóstico previo que conduzca los
pasos del análisis posterior.
También hay que tener en cuenta, enseñar a razonar en dos
vertientes, en el propio estudio individual y en la
discusión, en primer lugar con los miembros del equipo de
trabajo, y en segundo lugar, con los demás compañeros de
clase.
Este método permite las líneas de acción y su puesta en
práctica con todo detalle. Tambien desarrolla ejercitar la
imaginación creativa, en cuanto es preciso generar
alternativas viables y determinar las líneas de acción y su
puesta en práctica con todo detalle. Desarrolla, además, la
capacidad de decisión, en cuanto se pone al sujeto
permanentemente ante situaciones que ha de resolver. Y
desarrolla la actitud para el trabajo en equipo, ya que la
discusión del caso obliga al respecto y la comprensión de
las opiniones y experiencias ajenas, sin tener por ello que
renunciar a convicciones, pero con el compromiso de, a
veces, tener que consensuar la decisión.
Entre los inconvenientes: este método no es apto para la
transmisión de conocimientos formales y los personajes “son
de papel”.
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