Las aguas costeras de la demarcación de Ceuta “están
sometidas a fuentes puntuales de contaminación de distinta
naturaleza”. Según el censo de vertidos autorizados de julio
de 2011 de la CHG, se identifican en la demarcación dos
fuentes: el polvorín del Renegado y el polvorín
Hacho-Obispo. El ‘Esquema de Temas Importantes’ identifica
además que el vertido de la Estación Depuradora de Aguas
Residuales (EDAR) ya ha entrado en funcionamiento. Este
vertido se realiza frente a las instalaciones, a 500 metros
“mar a dentro a través de un emisario submarino”.
Además, la CHG apunta que se identifican una “serie de
vertidos” debido, por un lado “a la inexistencia de una red
de saneamiento -viviendas que no están conectadas a la red-
y vertidos a través de los alividaderos de las estaciones de
bombeo”. Este último aspecto se incluye en el Plan Director
de saneamiento y de Acemsa.
Otro punto de vertido es el que se ha localizado en el
emisario submarino de la planta desaladora. Además, “se ha
identificado el vertedero de Santa Catalina”, actualmente
“en desuso y sellado”. Al lado del anterior, existe un nuevo
vertedero, en la vaguada de las Cuevas, explica la CHG.
“Según algunas fuentes, el antiguo vertedero continúa
recibiendo de forma ilegal residuos de todo tipo y los
temporales provocan que parte de los residuos terminen en el
mar”. Además, “los lixiviados de aguas van a parar a las
aguas costeras”.
En cuanto a los “principales efectos” que esta contaminación
provoca sobre las masas de agua, la CHG resalta que en
cuanto a aguas superficiales continentales se refiere,
“originariamente, las aguas fecales de la ciudad se vertían
al mar sin tratamiento alguno a través de un emisario o en
lugares diversos por toda la ciudad”. Con la entrada en
servicio de la nueva EDAR “este problema se ha solventado en
parte, si bien existen otros vertidos de aliviaderos o de
puntos no conectados a la red que van a parar a las aguas
costeras”. Los vertidos sólidos urbanos también están
“planteando un problema de contaminación litoral” porque el
antiguo vertedero de Santa Catalina “continúa recibiendo de
forma ilegal residuos de todo tipo y los lixiviados de aguas
van a parar a las masas costeras”. Además, “algunas
actividades propias del puerto contribuyen a aumentar la
contaminación de las aguas del entorno”. Entre las medidas
tomadas en este sentido, la Autoridad Portuaria está
“implantando un sistema de gestión medioambiental”.
A pesar de todo, la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir ha observado que “la tendencia” hasta el
momento es la de “disminuir la carga contaminante vertida y
reducir otro tipo de presiones derivadas de la actividad
humana, realizando actuaciones diversas”, como la puesta en
marcha de la EDAR y la EBAR de San Amaro, para impulsar el
agua reidual hasta la estación depuradora.
La CHG propone, para “solucionar el problema”, controlar el
antiguo vertedero ya en desuso para valorar la eficiencia de
su sellado y un control de vertidos en viviendas que no
están conectadas a la red, junto a los aliviaderos de las
estaciones de bombeo.
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