Diego Prieto, un militar con una discapacidad del 75%,
señala las numerosas barreras arquitectónicas que las
personas con movilidad reducida se encuentran en zonas como
la avenida de Otero, Ejército Español, Romero de Córdoba,
Enrique el Navegante, San Juan de Dios o Doctor Fleming.
Explica que la situación empeora cuando se acometen obras o
siempre que los conductores aparcan sin respetar los accesos
para estas personas. Asegura que, aunque es “consciente de
la crisis”, la administración gasta mucho dinero en “cosas
superfluas”, en lugar de invertir en solucionar estos
problemas.
La avenida de Otero, Ejército Español, Romero de Córdoba,
Enrique el Navegante, San Juan de Dios o Doctor Fleming. Son
sólo algunas de las calles de Ceuta en las que Diego Prieto
Cruz señala barreras arquitectónicas. Prieto es un militar
con discapacidad permanente del 75% y dependencia de grado
II, que junto a su mujer Dolores Morales, con un 39% de
discapacidad, no podía creerse lo que leía en EL PUEBLO el
pasado 29 de noviembre bajo el titular ‘Ceuta “cumple” como
ciudad adaptada, aunque necesita mejoras’. Él, que lo vive
en primera persona, considera que son muchas las
deficiencias de Ceuta en materia de accesibilidad.
En su caso, para llegar hasta su casa, en la avenida de
Otero, tiene dos caminos. En uno de ellos se encuentra el
obstáculo de un escalón de treinta centímetros. Por el otro
lado, hay unas escaleras con ocho escalones, que dan a un
patio, desde el que a su vez debe hacer frente a otro
escalón de grandes dimensiones. “Las aceras son bastante
elevadas y no aptas para discapacitados”, apunta Prieto. El
acceso se complica cuando, como es costumbre, los ciudadanos
no respetan los accesos y aparcan sus vehículos,
especialmente motos, frente a estas escaleras.
Una vez dentro de la casa no mejora la situación, pues el
ascensor está en la entreplanta, por lo que para llegar a él
debe subir nueve escalones.
La situación empeora, apunta, cuando la Ciudad acomete
alguna obra. Es lo que ha sucedido estos días en su zona,
donde se han iniciado unas obras clasificadas como urgentes,
en las que -según señala- no se han tenido en cuenta cómo
podrían acceder las personas de movilidad reducida. “No hay
urgencia para evitar las molestias a los vecinos y ni
siquiera han instalado vallas de seguridad”.
Prieto lamenta que la Ciudad Autónoma no invierta en
solucionar los problemas de las barreras arquitectónicas de
la Ciudad, y sí lo haga, por ejemplo, en “decorar las calles
con luces de Navidad”. “Cuando hay voluntad se pueden hacer
obras de todo tipo”, apostilla. “Si miramos a nuestro
alrededor observamos lo que gasta la administración en cosas
superfluas”, añade. “Soy consciente de la crisis, pero
también ha habido gastos innecesarios donde no se sabía en
qué gastar, era entonces el momento de darse una vueltecita
por Ceuta y hacer algo en cuanto a barreras
arquitectónicas”, apunta Prieto, quien lamenta que esta
crisis está desembocando en un “retroceso de lo poco que se
ha avanzado” en relación a los discapacitados y personas
dependientes.
|
Una petición al Invied no resuelta: el cambio de una bañera
por un plato de ducha adaptado
Diego Prieto Cruz lleva desde 1976
viviendo en una casa del Invied (Instituto de Vivienda,
Infraestructura y Equipamiento de la Defensa). Ha solicitado
el cambio de una bañera por un plato de ducha adaptado, una
petición que se le ha denegado, pese a que asegura que tanto
él, con un 75% de discapacidad y dependencia severa grado II,
como su mujer, con un 39% de discapacidad, la necesitan pues
les resulta muy complicado acceder a la bañera. Prieto
asegura que su caso debe considerarse “excepcional” y
demanda una atención por parte del Invied. “Entiendo la
crisis pero no hasta el límite de denegar estas cosas, que
deben tener alguna prioridad”, apuntó Prieto en una ‘carta
al director’ remitida a este medio. Asimismo, Prieto, de
profesión militar, explica que en 2005 estuvo dos meses
comisionado en el Invied y denuncia la situación en la que
se trabajaba. “Se realizaban reformas que no eran revisadas
por ningún personal”, apunta. De momento, y tras intentos
fallidos de contactar con el Invied -según explica Prieto-,
ha interpuesto un recurso de reposición ante el gerente del
organismo militar.
|