El detallado informe técnico A-30/2012 de la Comisión de
Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM)
respecto al abordaje del Milenium Dos y el mercante New
Glory, adelantado ayer en exclusiva por EL PUEBLO, recoge en
su ‘análisis del factor humano’, que el fallo que dio lugar
al choque pudo estar causado por un “exceso de confianza” de
los oficiales del ferry, todos con experiencia en la línea.
En el caso del New Glory, el accidente coincidió con un
cambio de guardia, lo que puede ralentizar la toma de
decisiones y “aumenta el riesgo”. Ninguna de las dos
tripulaciones reaccionó a tiempo de evitar la grave
colisión.
El informe A-30/2012 de la Comisión de Investigación de
Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM), que tal como
adelantaba ayer EL PUEBLO en exclusiva, achaca a una “falta
de vigilancia eficaz” de los oficiales del puente del
Milenium Dos su choque con el New Glory, ofrece todo tipo de
detalles respecto a las posibles causas de este fallo
humano. También analiza la falta de reacción a tiempo por
parte de los tripulantes del New Glory, considerado otro de
los motivos del siniestro ocurrido en el Estrecho el pasado
13 de enero.
En el ‘Análisis de la tripulación y sus horas y condiciones
de trabajo’, se señala que en el momento del accidente se
encontraban en el puente del fast-ferry el capitán, el
primer oficial y el primer oficial de máquinas. “Todos ellos
tenían experiencia en la navegación cruzando el Estrecho”,
diez años en el caso del capitán, 9 para el primer oficial y
7 del tercero. En el momento del accidente estaba a los
mandos el capitán, que se turnaba con el primer oficial.
De acuerdo con la documentación del barco de Acciona, la
tripulación cumplía con las horas de descanso
reglamentarias. El día anterior los tres oficiales del
puente habían terminado su jornada en Algeciras a las 22.30
horas y habían descansado bien esa noche. A las 12.00 horas
del 13 de enero, tras 11 de descanso, llegaron a puerto para
el primer viaje del día.
En cuanto a las condiciones de trabajo, se explica que el
Milenium Dos dispone de un puente “adecuado” en el que los
puestos de oficiales “permiten el acceso cómodo a la
información y los mandos”. Estos cuentan con mandos tipo
joystick que facilitan las operaciones y la visibilidad
desde el puente es “excelente”, permitiendo una visión de
más de 90º a cada banda.
En el análisis del factor humano se detalla que la falta de
vigilancia de los oficiales del fast-ferry es un error
humano que se puede clasificar como “transgresión de
rutina”. A continuación, se detallan siete “factores
subyacentes” de este fallo, el primero que trabajar siempre
en la misma línea y tener experiencia en ella con tres
rotaciones diarias “hace que el trabajo se convierta en
rutinario”. Además, se pudo haber generado un problema de
“ceguera por inatención, en la que no se tiene consciencia
de haber visto objetos que están en el campo visual”, debido
a que la atención está centrada “en otros objetos o hechos”.
Los investigadores creen en esta caso que la atención de los
oficiales se centraba en la conversación que mantenían sobre
asuntos “ajenos a la navegación”. El “buen comportamiento”
del barco es otro de los factores que puede generar exceso
de confianza en las tripulaciones.
Otro punto analizado refleja que en el Estrecho hay “una
gran flota de buques rápidos que tienen que cruzar el
dispositivo de separación de tráfico, con una alta densidad
de buques en la zona”, por lo que “con el tiempo, los
riesgos, al ser habituales, se perciben como menores”.
El mayor “estrés” que provoca el cruce del Estrecho respecto
a otros trayectos, por la sucesión de situaciones de cruce y
“vuelta encontrada” (como la que poco antes del suceso se
produjo entre el Milenium Dos y el Jaume I), puede generar
“cansancio y falta de atención”.
El capitán del Milenium declaró que el día del accidente,
con buenas condiciones para la navegación, consideraba
suficiente e incluso más fiable la vigilancia visual que la
del radar, que detecta peor embarcaciones pequeñas. “Este
exceso de confianza, unido a una inadecuada percepción del
riesgo favorecen los accidentes”, concluye.
Por todo ello, el Pleno de la CIAIM, recomienda a todas las
compañías de buques de pasaje que operan en las líneas del
Estrecho que adviertan a sus tripulaciones de la necesidad
de extremar la vigilancia en la ruta por sus especiales
condiciones de navegación, haciendo hincapié en la necesidad
de mantener operativas todas las ayudas a la navegación
existentes”.
Cadena de fallos humanos
En el caso del New Glory, el suceso coincidió en un momento
de cambio de guardia en el que aún no se había producido el
relevo, lo que “pudo ralentizar la toma de decisiones”. “Es
un hecho conocido que el riesgo de tener un accidente
aumenta pocos minutos antes de finalizar una tarea”,
apuntan. Al confiar en que el Milenium Dos iba a maniobrar,
los tripulantes del carguero no decidieron hacerlo “hasta
que ya fue tarde”. Los datos del ferry aparecieron en los
equipos del buque cuando faltaban dos minutos para la
colisión y aún así, los oficiales de guardia pensaron
después que habían chocado con otro barco, el Frisia Lubeck.
Mientras, los tripulantes del Milenium Dos declararon no
haber visto el New Glory hasta 15 segundos antes de la
colisión.
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