El proceso integral del derribo de los barracones de ‘La
Esperanza’, un total de cinco estructuras que rodeaban el
chalet principal, propiedad del Ministerio de Defensa, ha
sido gestionado en su totalidad mediante efectivos de la
Ciudad Autónoma. Según explicó ayer el consejero de Medio
Ambiente, Servicios Comunitarios y Barriadas, Gregorio
García Castañeda, únicamente sería necesaria la intervención
de una empresa externa. Su trabajo sería requerido si se
decide retirar el techo de una de las estructuras, ya que es
de fibrocemento, un material que solo puede manipular una
empresa especializada. “Si lo quitamos tendrá que venir una
empresa, pero esto es algo que todavía no está decidido”,
apuntó ayer el consejero de Medio Ambiente, que explicó que
se trata de una estructura de nos 4 ó 5 metros cuadrados.
Por lo demás, todo el trabajo se ha llevado a cabo mediante
efectivos de la Ciudad Autónoma, por lo que el consejero
resaltó ayer el coste cero del cierre, ya que “son recursos
ya amortizados” en las cuentas de la Ciudad.
“No se cómo estaba el centro antes de nuestra intervención-
dijo Castañeda-, solo que esta mañana cuando llegamos (por
ayer) había una pila de chapas en el centro y algunos techos
picados. Nosotros hemos procedido desde ahí y todo se ha
realizado con normalidad”, apuntó.
Futuro por determinar
Gregorio García Castañeda dijo ayer que espera que hoy, a
las tres de la tarde, haya concluido el trabajo y se pueda
dejar el entorno clausurado hasta que se decida qué utilidad
se le va a dar al chalet, así como todo el terreno que lo
rodea. Para este espacio la Ciudad ha barajado ya la
posibilidad de convertirlo en un parque, jardín o plaza
pública, aunque aún no se ha tomado ninguna decisión
definitiva al respecto. “Como objetivo político, no se decir
en qué plazo, está convertir los alrededores en una zona de
uso público”, avanzó sobre este tema el portavoz del
Gobierno, Guillermo Martínez, el pasado viernes.
|