La Ciudad Autónoma inició ayer, a primera hora de la
mañana, el derribo de los barracones que rodeaban al
edificio principal de ‘La Esperanza’, el centro que hasta el
pasado viernes alojaba a los Menores Extranjeros No
Acompañados (MENA) que ahora están acogidos en el Albergue
de Hadú. El trabajo coordinado del área de Fomento, el
Parque Móvil, Amgevicesa y Medio Ambiente, han permitido que
el derribo se lleve a cabo “con normalidad” según el
Ejecutivo. Se espera que los trabajos hayan concluido a
primera hora de esta tarde, tras lo cual el edificio
quedaría sellado hasta nuevo aviso.
Si el trabajo continúa según las previsiones, esta misma
tarde el antiguo centro de acogida para Menores Extranjeros
No Acompañados (MENA) de ‘La Esperanza’ quedará cerrado y
sellado tras verse desprovisto de los barracones que han
rodeado al edificio principal durante los últimos años y que
sirvieron como medio para ampliar el espacio de un centro
que se quedó pequeño hace ya tiempo. El proceso de
demolición de los barracones comenzó apenas 48 horas después
de que los últimos MENA fueran trasladados desde allí al
Albergue de San José-Hadú, el pasado viernes. Así, ayer
mismo a las ocho de la mañana iniciaban la intervención en
la zona una máquina de derribo y dos camiones, que operaron
bajo la supervisión y coordinación del Área de Medio
Ambiente de la Ciudad Autónoma. Según aclaró el consejero
del área, Gregorio García Castañeda, todo el operativo
funcionó “con normalidad”.
“Ha habido que separar los materiales antes de proceder a
derribar: por un lado la madera, el plástico, el metal, los
colchones... cada uno de ellos se ha clasificado gracias al
personal de Obimace y después el Parque Móvil ha procedido a
la retirada de residuos que se han enviado a la Planta de
Transferencia o según correspondía”, explicó Castañeda. Tal
y como apuntó el consejero, en la tarea de derribo y
limpieza trabajan cuatro áreas: la parte técnica provista
por la Consejería de Fomento, el personal de Medio Ambiente
a través de Obimace, los vehículos del Parque Móvil y la
seguridad de Amgevicesa, que han supervisado la zona durante
el trabajo de sus compañeros y continuó vigilando la zona
durante la noche hasta que se reanuden los trabajos hoy.
En total son cinco los barracones de los que se deshará la
Ciudad Autónoma, tres grandes y dos pequeños, Estos dos
últimos son los que se han dejado para hoy, ya que
corresponden a la oficina del vigilante, que es desde donde
se está coordinando el procedimiento mientras se trabaja, y
que será derribada hoy. Este módulo es de mampostería, al
igual que la cocina, que también será derribada hoy. Los
otros tres barracones, de chapa y hierro, se han
desmantelado ya bajo las instrucciones de Castañeda. Según
ha apuntado el consejero, el coste que ha supuesto para el
Ejecutivo cerrar ‘La Esperanza’ no está aún cuantificado ya
que se ha llevado a cabo mediante personal íntegro de la
propia Ciudad “que están amortizados”. Aunque aún no ha
terminado el trabajo, ayer mismo se procedió a tapiar la
puerta de acceso al edificio principal y se inició un
reforzamiento de la reja y el tapiado que lo rodea.
“Cerraremos las puertas. Aquí solo va a quedar el chalet con
las murallas”, zanjó Castañeda.
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Un cierre “amortizado” gracias a los recursos de cuatro
áreas
La Consejería de Medio Ambiente ha
coordinado el trabajo que, en dos días, prevé dejar sellado
el chalet de ‘La Esperanza’, tras derribar los cinco
barracones que lo rodeaban. Así ha sido gracias a la
coordinación de recursos del propio área de Medio Ambiente,
a través del personal de Obimace, que ha puesto los medios
“humanos”, el conocimiento técnico de Fomento, los vehículos
del Parque Móvil (una máquina y dos camiones de los cuales
hoy solo se utlilizará uno) y la vigilancia sobre todo el
proceso del personal de Amgevicesa, que ha estado guardando
el recinto durante la noche. Si bien durante el fin de
semana ha existido la posibilidad de entrada de personas
ajenas, que han aprovechado para llevarse chatarra y
materiales del recinto, Castañeda asegura que desde el
momento en el que el personal que coordina entró en
funcionamiento él no tiene conocimiento de ninguna
irregularidad.
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