La República de Malí es el país de procedencia predominante
entre los residentes del CETI (Centro de Estancia Temporal
de Inmigrantes), con unos noventa subsaharianos. Le siguen
Camerún, Congo, Nigeria, Guinea y Costa de Marfil con entre
treinta y cuarenta personas por país.
En estos momentos, según ha explicado el director del CETI,
Carlos Bengoechea, residen en el centro 426 inmigrantes,
frente a los 740 que había en las mismas fechas del año
pasado, siendo de 512 plazas la capacidad total del centro
de inmigrantes.
“Argelinos es también una nacionalidad bastante frecuente,
pero están poco tiempo en el centro, una media de entre dos
y cuatro meses”, explica Bengoechea.
“Los de Costa de Marfil son el colectivo más antiguo con una
media de estancia de un año y cuatro meses; son residentes
pendientes de asilo que están en trámite en la Oficina de
Atención al Refugio y que, por lo tanto, están a la espera
de un informe para que se resuelva su situación. Acnur
(Agencia de la ONU para refugiados) aún no ha emitido un
informe después de los acontecimientos políticos
acontencidos en este país, sobre si recomienda o no la
deportación por las situaciones sociales y políticas
prebélicas que se están viviendo”, añade.
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