La línea de Benzú se unió ayer a la de Juan Carlos I y a
partir de las 18.00 horas dejó de operar como muestra de
rechazo y protesta contra los “continuos apedreamientos” que
están sufriendo los vehículos. Los usuarios se mostraron a
favor de la empresa pero reconocieron que están pagando
“justos por pecadores” por culpa de unos “vándalos”.
La empresa de autobuses Hadú-Almadraba cumplía ayer con lo
decidido el día anterior de suspender a partir de las 18.00
horas la línea de Benzú debido a los reiterados actos
vandálicos que vienen sufriendo prácticamente a diario y que
pone en serio peligro no sólo la integridad de los
vehículos, sino también de los conductores y los usuarios de
la citada linea, tal y como así lo aseguraba a EL PUEBLO el
gerente de la citada empresa, José María Cuellar.
Esta suspensión del servicio a partir de las 18.00 horas se
une la que ya viene sufriendo, por las mismas
circunstancias, la línea de Juan Carlos I, y está provocando
que numerosos vecinos de la zona, debido a las condenables
acciones de unos “terroristas descerebrados”, se vean
perjudicados por la suspensión de este servicio de
transporte público en sendas líneas.
Precisamente ayer, esa era la respuesta que daban a este
diario numerosos de los usuarios que se encontraban en la
parada del centro esperando la llegada de la línea de Benzú
y que se veían sorprendidos por la decisión de la empresa de
autobuses tras los continuos apedreamientos que vienen
sufriendo.
Estos usuarios se posicionaban, en cierto modo, a favor de
la decisión de la empresa de autobuses, aunque también
aclaraban que “por culpa de unos cuantos gamberros nos vamos
a ver afectadas otras muchas personas que no tenemos la
culpa”. Los usuarios preguntados por EL PUEBLO, reconocían
que “no se puede permitir que prácticamente a diario los
autobuses sean apedreados y las autoridades no hagan nada
por evitarlos y es lógico que la empresa esté cansada de
esta situación y no vea otra alternativa que suspender el
trayecto hasta Benzú, pero nosotros nos vemos afectados sin
tener culpas.
Quienes deberían hacer algo son los políticos y la policía,
y ofrecer una seguridad a estos autobuses y a los que a
diario tenemos que subirnos en ellos porque no tenemos otro
medio de desplazamiento”, aseguraba un vecino de la barriada
de Benzú.
A este respecto hay que recordar que el pasado día 2, los
conductores de autobuses, cansados de los continuos
apedreamientos que sufren en las líneas que cubren las
barriadas del Príncipe, Juan Carlos I, y ahora también Benzú,
dijeron a través de un comunicado de prensa “vasta ya” y
mostraron su disposición a no volver a realizar dicho
trayecto. El delegado de personal de la empresa de Autobuses
Hadú-Almadraba de Comisiones Obrera, José Antonio Blanco
Zampetti, instaba a la Delegación del Gobienro y a la Ciudad
Autónoma, en dicho comunicado de prensa, a erradicar de una
vez los actos vandálicos que se vienen realizando en los
últimos días contra los autobuses que cubren estas líneas
líneas.
Este nuevo incidente contra uno de los vehículos de la
empresa de autobuses Hadú-Almadraba, vuelve a poner de
relieve la falta de seguridad existente en algunas de las
líneas que cubre esta empresa y que viene demandando desde
hace años.
El pasado mes de febrero, el delegado del Gobierno,
Francisco Antonio González Pérez, aseguraba ante los medios
de comunicación que “los ataques a los autobuses de
transporte público serán objeto de investigación y de
medidas específicas para atajarlos, las cuales no son
publicables, porque si se dieran a conocer de alguna manera
se estaría revelando la forma de actuar que se va a tener en
pocas semanas”. Pese a dicha afirmación, los ataques se
siguen produciendo.
Finalmente, el gerente de la empresa de autobuses Hadú-Almadraba,
José María Cuellar, mostraba el pasado viernes una vez más
su indignación por otro atentado más contra los vehículos de
la empresa de autobuses y aseguró estar cansado de toda esta
situación, a la vez que advertía que ante la pasividad de
las autoridades pertinentes y la falta de respuesta
contundente contra estos “actos terroristas”, no descarta la
posibilidad de “dejar todos los coches de la empresa
encerrados hasta que no se busque una solución”, por lo que
el servicio de autobuses de la ciudad quedaría interrumpido
hasta nueva orden, ya que el gerente de la empresa aseguró
que no está dispuesto a poner en peligro la integridad de
los conductores ni de los usuarios, así como los vehículos,
por culpa de “estos descerebrados”.
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