La financiación pública de los tratamientos de fertilidad se
garantiza en las diferentes autonomías, aunque con
diferencias. Mientras en unas comunidades el acceso es
independiente de la orientación sexual de la mujer, en otras
está limitado a parejas heterosexuales. La revisión de la
cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud amenaza
con eliminar la financiación de los tratamientos de
fertilidad a mujeres solteras o parejas lesbianas en las
autonomías donde aún se mantiene, según recogían la pasada
semana medios como El País o El Economista.
Ceuta permite el acceso a estas terapias a todas las
mujeres, independientemente de su orientación sexual o de si
tienen o no pareja, según explica el doctor José María
Sánchez Jordán, ginecólogo del Hospital Universitario y
responsable del protocolo de actuación del Ingesa.
El PSOE ceutí, en voz de su secretaria de Igualdad, Sandra
López Cantero, ha manifestado el rechazo de su partido a que
el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que
lidera la ministra Ana Mato, se estuviera planteando la
desfinanciación pública a estos colectivos.
Familias tradicionales
“Me parece mal, porque aunque el Partido Popular dice que es
algo de salud y que los programas de fertilidad están para
mujeres que no pueden tener hijos, y que no es un argumento
ideológico, no me parece que sea la respuesta que ellos
creen”, explica López, quien agrega: “El PP sigue apostando
por la familia tradicional, por la pareja hombre y mujer,
por lo que a las mujeres solteras, que deciden libremente no
tener pareja, o las parejas lesbianas, les están limitando
la posibilidad de decidir libremente cómo quieren llevar sus
vidas”.
“Una mujer lesbiana no tendrá problemas de salud pero no
tiene otro modo de tener un hijo porque no va a mantener
relaciones sexuales con un hombre”, agrega la secretaria de
Igualdad.
“No es justo, y tanto que ellos están apostando por la vida
y por la reforma de la ley de interrupción del embarazo, y
tanto que dicen estar a favor de la maternidad, con medidas
como esta se ve que quieren proteger el embarazo sólo de
grupos de personas determinados, limitando la posibilidad de
elegir”, explica López. “Es algo ideológico y es un paso
hacia atrás”, añade.
“En Ceuta no se habla del tema; la gente no es consciente de
lo que podría pasar y de las consecuencias que tendría para
las mujeres que quieren ejercer la maternidad que se
limitara este servicio”, añade.
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