Un nuevo “grupo de trabajo” (como el que se creó
recientemente para el transporte marítimo) ha salido de la
reunión que el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, mantuvo
ayer con el secretario de Estado de Defensa, Pedro
Argüelles. En esta ocasión se anuncia uno “en torno al suelo
militar que no sea necesario para el Ministerio con el fin
de que puedan servir para satisfacer las necesidades de
equipamientos”. Antes de constituir este grupo, el próximo
mes de noviembre, el director general de Infraestructuras
del Ministerio (DIGENIN), Eduardo Zamarripa, visitará Ceuta
“para conocer la situación sobre el terreno”.
Para el presidente se trata, tal como expresó a través de un
comunicado de prensa, de “un campo abierto” en el que se
abordará “la relación de parcelas, se analizará la
disponibilidad de los terrenos y se estudiarán las fórmulas
jurídicas que puedan hace viable la desafectación del
suelo”. Vivas ha asegurado que las administraciones “están
constreñidas por la ley, por lo que es una cuestión compleja
que requiere de un esfuerzo singular”.
“Ha sido una aspiración histórica por parte de todos los
gobiernos y desde hace muchos años, pero hasta ahora no ha
habido una respuesta satisfactoria; el Gobierno de la Ciudad
lo ha planteado por distintas vías y hoy lo ha hecho en esta
reunión con el secretario de Estado para cumplir con su
compromiso en relación al acuerdo plenario aprobado en este
sentido”, explicó Vivas.
Se trata, por tanto, de ver, una vez más, “qué parcelas no
son necesarias para la Defensa, cuándo y cómo estarían
disponibles y cuál es la fórmula de colaboración que haga
viable que puedan destinarse a equipamientos”. En este
sentido, Vivas ha recordado que actualmente para el
Ministerio no es factible la venta de parcelas a
particulares “por las restricciones crediticias”, y que las
“limitaciones presupuestarias” y el Plan de Sostenibilidad
“limitan las posibilidades de la Ciudad para hacer
operaciones de compra”. La primera y hasta hoy última de
estas operaciones fue la adquisición del Brull en 2010
-dentro de un convenio con el Ministerio para la compra de
otros tres cuarteles y varios solares-, por 10 millones de
euros, para construir viviendas, una actuación que según
anunció entonces Vivas generaría una inversión de 60
millones y “300 puestos empleos anuales” pero que no se ha
llegado a materializar.
Ahora Vivas señala que “estos mecanismos de colaboración que
salven los obstáculos legales que hagan posible la
desafectación, pueden ir encaminados a potenciar el
patrimonio histórico y cultural” ceutí de Defensa.
Por otro lado, el jefe del Gobierno local ha planteado al
secretario de Estado la posibilidad de que la Facultad de
Ciencias de la Salud se traslade a una zona del Hospital
Militar que no se utilice. Argüelles ha visto “con buenos
ojos” esta posibilidad, aunque este asunto se tratará “una
vez que se defina el plan estratégico sobre instalaciones
militares en uso en toda España”. Este asunto, que supondría
una compatibilidad de usos con otra institución, “será
tenido en cuenta a la hora de elaborar este plan”, que
estará cerrado en el primer trimestre de 2013, según
manifestó el secretario de Estado.
Por otro lado, Vivas pidió el mantenimiento de las viviendas
militares y la posibilidad de que se vendan a sus
inquilinos, “como algunos de ellos están reclamando”. Esta
opción se ha ofrecido en toda España en los últimos años,
pero el Ministerio dejó las casas de Ceuta fuera de este
proceso de venta.
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