Una transaccional, una más, modificó la propuesta inicial de
la coalición Caballas, sobre la solicitud que planteaba al
Ministerio de Fomento para iniciar un proceso de
desafectación de las parcelas incluidas actualmente en el
recinto portuario destinado a usos ajenos a la actividad
portuaria.
La propuesta de Coalición Caballas quedó enmendada por una
transaccional de cara a iniciar un proceso de desafectación
de las parcelas incluidas actualmente en el recinto
portuario destinado a usos ajenos a la actividad portuaria
para su cesión a la Ciudad. El acuerdo adoptado establece
que “habrán de concretarse cuales son los terrenos afectos,
el instrumento de la cesión y las condiciones económicas que
se deriven de este procedimiento”.
El argumento esgrimido por Aróstegui se basada en que “es
una atrocidad urbanística que la zona portuaria quede al
margen de la capacidad de desarrollo. En 2015 vence la
concesión a Endesa y nadie sabe como se va a desarrollar”,
dijo. Por esta razón planteó que habrá que rescatar aquélla
zona para dar continuidad a la del centro: habría que dotar
de 500 viviendas de uso residencial con actividad comercial
y usos terciarios, para que fuera una zona noble en un
sector clave.
Susana Roman adujo que “lo que es bueno para la Ciudad es
bueno para el puerto” y se refirió a que ya el propio puerto
inició un Plan de Delimitación de usos portuarios, a los que
habría que añadir, las tres cuestiones ya apuntadas en esta
información. Carracao señaló que habría que salvaguardar las
actuales actividades económicas de carácter comercial que
están allí ubicadas y Juan Vivas intervino para mediar en un
consenso que se veía venir. “Concretemos la determinación
del procedimiento jurídico y la cuantía económica”.
Juan Luis Aróstegui propuso “salir adelante en una idea
moderna para ese ansiado tirón económico, ya que es un
objetivo estratégico de futuro y que puede marcar el futuro
de esta ciudad”.
Susana Román, al margen de cuestiones ideológicas, no ocultó
que se trataba de un proyecto ilusionante y mostró su
disposición para alcanzar el acuerdo. Sin embargo, sí dejó
claro que cualquier PGOU que entrara a regular el puerto
sería nulo. Eso corresponde, dijo, a un Plan Especial. “Nos
interesa la propuesta”, señaló Susana Román y sugirió que el
motivo de la moción correspondía a un Plan Especial y se
refirió a la Mesa por la Economía, porque este proyecto es
muy necesario.
Aróstegui señaló que el Plan de Ordenación del Puerto no
permite una regulación por parte del Ayuntamiento, aludiendo
a que las actuales concesiones administrativas están basadas
en la buena voluntad “ya que no puede haber nada que no esté
relacionado con la autoridad portuaria en sentido estricto”.
Aróstegui mencionó los bajos contratos por el canon que
vienen pagando los concesionarios. “La fábrica de harina
-dijo-, está sin actividad y se encuentra cerrada, pero como
se paga muy poco... Por ello, planteó: “Vamos a entrar a
fondo en la situación económica del puerto”. No mostró
inconveniente alguno Juan Luis Aróstegui cuando se le
planteó añadir la enmienda transaccional a su propuesta.
En definitiva, hubo acuerdo unánime de todo el arco
parlamentario de la Asamblea para aprobar una moción que
todos los grupos políticos consideraron muy interesante, ya
que abre una nueva fórmula de desarrollo y que para Sisana
Román es estratégico. Ahora han quedado en arbitrar el
procedimiento que haga viable el acuerdo plenario.
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