Proteger el empleo. Esta es la prioridad para los hosteleros
que se ven afectados por la nueva ordenanza de terrazas y
por ello piden que se garantice su actividad, “al igual que
sucede en el resto de España”, puntualiza Karim Bulaix,
presidente de la Cámara de Comercio. Desde este órgano
reclaman una normativa “estable” para que los empresarios no
tengan la incertidumbre de qué va a pasar con sus negocios.
Después de que se publicara la primera ordenanza de terrazas
en marzo, los hosteleros han visto como sus negocios podían
encontrarse en la cuerda floja. “No quisieron legalizar las
terrazas que no habían tenido problemas, y los responsables
de negocios que hasta ahora habían funcionado bien tenían
que solicitar una licencia sin la garantía de que se la
otorgaran”, traslada el presidente de la Cámara que explica
como se pusieron “trabas innecesarias”. “Se encuentran en
una situación de examen”, lamenta Bulaix para quien esta
nueva normativa sí introduce medidas más “acorde con la
realidad”.
Algunos retoques
“La anterior, era una ordenanza inaplicable que ha generado
una situación complicada, pero este nuevo texto es menos
dañino para el sector y más cercano a las necesidades de las
terrazas”, reconoce el presidente de la Cámara. No obstante,
Bulaix adelanta que “queda mucho por trabajar en esta
ordenanza”. Para ello, desde el organismo que preside se
presentarán las oportunas enmiendas durante el tiempo de
alegaciones a la norma que se abrirá una vez que se apruebe
de forma inicial mañana en el pleno.
“La otra normativa era lesiva para la economía ceutí ya que
coartaba un negocio muy productivo en una ciudad de
servicios como es esta”, recuerda Bulaix que espera que se
sienten las bases para que empresarios y Ciudad puedan
trabajar de la mano y proteger la actividad de las terrazas.
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