El médico Antonio García Mena, coordinador del servicio
sanitario del Cuerpo Nacional de Policía, que se ubica en la
frontera del Tarajal, explica a EL PUEBLO cómo funciona este
módulo y destaca que su objetivo es acabar con el “bajista
profesional”. Desde la creación de este servicio en enero de
2010 se han reducido las bajas de larga duración de 700 a
doce, según apunta el médico. Su función no es firmar las
altas y las bajas, sino aconsejar qué hacer en este sentido
al jefe superior de Policía, además de velar porque se
cumpla la normativa derivando al Tribunal de Madrid los
casos que considero necesarios.
“Cuando era inspector médico en Ceuta, en el antiguo Insalud,
entre 1982 y 1987, logré que las bajas se redujeran de 1.400
a 40, ahora en la Policía no tengo potestad para dar ni
altas ni bajas pero sí para recomendarlas, y hemos
conseguido que las bajas médicas desciendan de 700 que había
a 8 de enero de 2010, cuando se creó este servicio
sanitario, a 12 que hay en estos momentos”. El doctor
Antonio García Mena reconoce que reducir el número de bajas
es uno de sus objetivos. Es el facultativo que coordina el
servicio sanitario del Cuerpo Nacional de Policía (CNP),
ubicado en la frontera, y ha sido blanco de las protestas
sindicales de UFP (Unión Federal de Policía), quienes lo
acusan de “coaccionar” a los trabajadores y de ser el
responsable de “irregularidades” en este servicio sanitario.
El doctor se defiende asegurando que lo único que pretende
es que no se den bajas injustificadas puesto que, según
explica, con el turno africano (americano) eran muchos los
policías que “aprovechaban un día de baja para no
incorporarse hasta el segundo turno, teniendo hasta 15 días
de libranzas”. “Un 99,9% de los funcionarios trabajan para
la Policía, pero el porcentaje restante vive de la Policía”,
lamenta denunciando la figura del “bajista profesional”.
El médico considera que son “motivos personales” los que
justifican esta acusación del sindicato, además de
“desconocimiento” del funcionamiento de este servicio.
Explica que este módulo, formado por dos enfermeros y un
miembro de apoyo, además de su figura, tiene en el ámbito de
las bajas un funcionamiento principalmente “consultivo”, más
que “ejecutivo”. Pese a ello, se congratula del descenso de
bajas que han logrado, explicando que las doce que hay en
estos momentos son bajas de larga duración por motivos
graves.
Por otro lado, están las denominadas “inasistencias”, que
son las bajas por periodos más breves o dolencias más
livianas, como sería faltar un par de días al trabajo por
gripe .
En cualquier caso, el médico resalta que él no tiene
potestad para firmar bajas o altas sino que su función
consiste en exigir la documentación que justifica una baja y
que aporta el médico de cabecera o el especialista, así como
de aconsejar al jefe superior de Policía qué hacer pues este
sí puede firmar las bajas. Por otro lado, cuando el caso lo
requiere se encarga de derivar al Tribunal médico de Madrid
al funcionario y es este Tribunal el que da el alta u obliga
a una baja permanente por incapacidad. “Antes de los quince
días de baja deben presentar la documentación con los
informes clínicos y eso es lo que no les gusta”, explica el
médico, quien recuerda que una baja no se puede prolongar
por más de 18 meses.
Además de las llamadas telefónicas para instar a los
funcionarios a entregar su documentación, disponen de un
programa informático (Muface, Cedit, del INSS) que les avisa
de cuándo es necesario dar un paso en este sentido. Es por
ello que reseña que entre sus labores está hacer que se
cumpla esta normativa.
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Más de 6.000 días de trabajo perdidos entre enero y agosto
de este año por absentismo laboral
Las cifras hablan por sí solas. A
través del programa SIGESPOL, el servicio médico del Cuerpo
Nacional de Policía de Ceuta registra las cifras de
absentismo laboral de los funcionarios. A lo largo de este
año, hasta el mes de agosto, se han perdido más de 6.000
días de trabajo haciendo el cómputo de todos los
funcionarios que no acudieron a sus puestos de trabajo. Las
faltas de más de tres días suman 5.931 días perdidos y las
de menos de tres días llevan a un total de 176. Mayo y junio
fueron los meses en los que más absentismo laboral hubo,
sumando un total de días perdidos de 951 y 952 en mayo y
junio, respectivamente. El número de bajas totales por
incapacidad temporal durante 2012 ha sido de 279. De estas,
146 han sido por bajas superiores a tres días, y 133 se
deben a inasistencias por periodos inferiores a tres días.
Los meses de marzo y enero son en los que más bajas se han
detectado, un total de 43 y 42 respectivamente, frente a
julio, que se detectaron 23. Por otro lado, en cuanto a los
destinos, donde más bajas se han producido son en UPR, GAC y
el Tarajal, con 24, 21 y 20 bajas respectivamente.
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