Un 9% de la población española padece algún tipo de
enfermedad mental; el 15% tiene trastornos depresivos. Se
calcula que de aquí al 2.020, las enfermedades psiquiátricas
serán la patología que mayor coste va a tener en la unidad
de calidad de vida para la sociedad. El psiquiatra Alberto
Fuentes explica a EL PUEBLO cómo funciona la Unidad de Salud
Mental del Ingesa, ubicada en el centro de salud de Otero.
Este servicio atendió en el primer semestre del año 2.869
primeras consultas y 7.150 pacientes para revisiones. Los
usuarios son derivados normalmente desde sus médicos de
cabecera.
Al menos un 9% de la población española padece algún tipo de
trastorno mental, y hasta el 15% lo desarrollará en algún
momento de su vida. De los tres millones de personas con
discapacidad, una de cada diez lo es por padecer alguna
enfermedad mental. Estos son algunos de los datos apuntados
por la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad,
Ana Mato, con motivo del ‘Día Mundial de la Salud Mental’,
que se conmemoró el pasado miércoles.
En Ceuta, el cuidado de las personas con enfermedad mental
lo cubre principalemente Acefep (Asociación ceutí de
familiares y personas con enfermedad mental), y a nivel
médico, el Ingesa (Instituto Nacional de Gestión Sanitaria),
que dispone de la Unidad Psiquiátrica en el Hospital
Universitario y de la Unidad de Salud Mental en el centro de
salud de Otero.
Esta unidad atendió en el primer semestre del año un total
de 2.869 primeras consultas, además de 7.150 pacientes que
acudieron a revisiones, entre la consulta de Enfermería, que
dispone de una trabajadora, y las de Psiquiatría y
Psicología. Cada médico atiende de media unas cinco
consultas nuevas y en torno a las ocho o nueve revisiones
cada día. En la unidad trabajan dos psiquiatras, dos
psicólogos, una enfermera, un administrativo y un celador.
El médico de cabecera es quien deriva a los pacientes a esta
unidad, en donde se atienden todas las patologías
psiquiátricas, repartidas, según explica el psiquiatra de la
unidad Alberto Fuentes, en dos grandes bloques. “Se tratan
desde trastornos de ansiedad o del ánimo a psicóticos, así
como de personalidad”, explica el médico.
“La pretensión es que los cuadros menos graves los pueda
abordar el médico de cabecera, como son episodios depresivos
de primera aparición o cuadros de ansiedad, que sea él quien
haga un primer acercamiento y si fracasa, entonces derivarlo
a la unidad; casi siempre se deriva”, detalla Fuentes.
En ese sentido, la unidad está intentando poner en marcha
que el ‘screening’ (cribado para detectar una enfermedad en
individuos sin síntomas) se realice en el propio servicio.
El primer paso cuando acude un paciente es hacerle una
historia clínica, después un diagnóstico y, si procede, se
le da un tratamiento y revisiones periódicas.
Entre las diferentes patologías por las que acuden los
pacientes, la más recurrentes son los trastornos depresivos,
con una prevalencia del 15%. Se abordan con tratamiento
farmacológico y, una vez que el paciente empieza a mejorar,
con terapias de apoyo. El tratamiento suele durar entre dos
y seis semanas.
“La depresión es una enfermedad y hay un concepto equivocado
en la calle cuando a cualquier estado de tristeza se le
considera una depresión. Por ejemplo, la pérdida de un ser
querido requiere de un duelo por lo que conlleva un estado
de tristeza normal, que no hay que abordarlo. La alegría
excesiva también es una enfermedad”, explica el psiquiatra,
quien lamenta que a veces los médicos de cabecera derivan
pacientes que no están enfermos. “La depresión es un estado
mantenido durante un mínimo de dos semanas la mayor parte
del día y casi nunca tiene una causa. Es una alteración de
neurotransmisores que afecta a nivel neuronal. La expresión
de sentimientos ante reacciones en la vida forma parte del
ser humano y eso no se considera patología”, agrega.
Mayor coste
“Las causas externas pueden influir pero considerar que para
que uno esté triste debe haber una enfermedad es un error.
Los fármacos no llevan alegría sino que modulan esa
respuesta a los neurotransmisores y muchas enfermedades
médicas empeoran o debutan con la depresión porque afecta al
organismo entero ya que se produce una alteración en la
producción de distintas hormonas”, explica. “Esta
considerado que de aquí al 2.020, las enfermedades
psiquiátricas serán la patología que mayor coste va a tener
en la unidad de calidad de vida para la sociedad”, apunta.
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