Varias asociaciones sanitarias han firmado esta semana un
manifiesto conjunto promovido por la Asociación de Afectadas
por la Vacuna del Papiloma (AAVP) en el que piden que el
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad retire
esta vacuna del sistema sanitario público. “Retirar la
vacuna del VPH es invertir en salud”, se titula el
manifiesto.
El manifiesto defiende que España es “un país con baja
frecuencia y mortalidad de cáncer de cuello de útero” que la
vacuna no es efectiva contra todos los serotipos
cancerígenos (sólo contra el 16 y 18 que en España están
presentes únicamente en el 28% de las lesiones
precancerosas) y que se desconoce la inmunidad que confiere
(aún no se sabe si serán necesarias dosis de recuerdo)”.
“Pese a ello, y desde el principio, la vacuna del VPH fue
promocionada ante la opinión pública, como eficaz en la
prevención del cáncer de cuello uterino; una hipótesis que
no se ha podido demostrar, a causa de la historia natural de
la enfermedad, que tarda de 20 a 30 años en desarrollarse”,
explica el manifiesto.
Una fallecida
En el texto recuerdan el caso de una niña de trece años que
falleció en Gijón, según denuncian “por una crisis asmática
asociada a la administración de la vacuna”. Sobre este caso,
el médico del servicio de Vacunología de la Consejería de
Sanidad y Consumo, Francisco Javier Carrillo de Albornoz y
Piquer, asegura que dicha muerte no se asocia directamente
con esta vacuna.
De este modo, el médico garantiza la seguridad de esta
medida. “Las vacunas son un medicamento pero seguramente es
el medicamento más estudiado. Todos pueden tener efectos
adversos, pero previamente se ha estudiado su seguridad y su
efectividad”, explica el médico.
“Las reacciones secundarias son habitualmente locales, como
que duela. Reacciones generales como que de fiebre son muy
poco frecuentes. En los casos de reacciones muy graves son
excepcionales y no suelen ser por causas directas de las
vacunas”, agrega.
“La vacuna del papiloma es muy segura”, añade. “Es efectiva
y previene el cáncer de cuello de utero, además de estar lo
suficientemente probada”, continúa. “Empezamos a vacunar en
2007 -añade la enfermera- y todas las reacciones que hemos
tenido han sido locales. Sólo se han rellenado dos
incidencias, una niña que se mareó y otra que tuvo una
reacción alérgica por contacto”.
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